Julio César Hernández
Ante la crisis que vive la bancada panista en el Congreso del Estado al cierre de los trabajos de la actual Legislatura, la instrucción del dirigente estatal del PAN fue categórica: ya no habrá sesión alguna, salvo la del lunes 25 cuando rindan protesta los próximos diputados.
Con esto, se pone fin a la tentación que tenían los legisladores del blanquiazul de obtener un millón de pesos a cambio de aprobar las iniciativas enviadas por el gobernador Emilio González Márquez sobre las reformas a la Ley de Transparencia y la que contemplaba la desaparición del Consejo de la Judicatura.
Por eso también se decidió no llamar a los diputados suplentes de quienes se separaron del cargo para irse a los nuevos Ayuntamientos y por eso el ex coordinador de la bancada, Jorge Salinas Osornio, decidió no regresar al Congreso como sí lo hizo Carlos Rodríguez Burgara con la creencia de que habría otras sesiones que encabezar como presidente del Congreso.
Quien aplaudió la decisión de su dirigente fue el próximo coordinador de la fracción, Abraham González Uyeda, quien en una entrevista radiofónica en el programa “Análisis 1070”, el viernes pasado, consideró una irresponsabilidad que fueran llamados los diputados suplentes y aprovaran las dos iniciativas del Gobernador y por las que supuestamente se había ofrecido el millón de pesos de fin de gestión.
Se supo también que el grupo de diputados panistas que sospechan de un presunto manejo irregular de las finanzas en el Congreso se habría reunido el sábado pasado otra vez con Jorge Salinas, pues ellos insistían en que deberían de sesionar para sacar adelante algunas otras iniciativas que quedaron pendientes y que habían presentado algunos de ellos.
Estos legisladores criticaban que Salinas les respondiera con evasivas a su pregunta de por qué no se sesionaba, aunque por otro lado se aseguraba que no era tanto el interés por sesionar sino por llevarse al bolsillo el millón de pesos, cada uno, que el propio ahora regidor tapatío había tramitado ante el titular del Ejecutivo y que, dicen, ahí está en la Secretaría de Finanzas la bolsa total de 40 millones ya autorizado.
¿Hasta dónde llegará esta crisis interna en la fracción panista? ¿Todo quedará en un simple acatamiento a la instrución de su dirigente estatal o existe el riesgo de una rebelión? ¿Qué tanto “pegará” esta crisis a la bancada entrante?
18 enero, 2010
