En medio de la confusión generada por la torpe actuación del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), al que el tiempo “se lo comió”, al primer minuto de ayer domingo muchos candidatos de todos los partidos arrancaron su campaña sin saber siquiera si sus candidaturas son válidas o no.
Así es. Antes de que el árbitro “pitara” el inicio del juego, los contendientes lo comenzaron por su cuenta ignorando a la autoridad electoral, “burlándose” de ella porque en sus meras narices hicieron lo que les dio la gana y ellos, junto con sus partidos, decidieron cuándo iniciar su proselitismo.
El que hayan iniciado sus campañas sin tener el aval de la autoridad electoral es motivo de presión para Guillermo Alcaraz Cross y demás integrantes del consejo general del IEPC, pues sin duda no se atreverán a sancionar a todos aquellos que quieren gobernar y ya violaron la ley, como fue el reclamo de no pocos a través de las redes sociales en base a lo que establece el numeral tres del artículo 251 del Código Electoral del Estado que dice: “Las campañas electorales de los partidos políticos iniciarán a partir del día siguiente al de la sesión del registro de candidaturas para la elección respectiva, debiendo concluir tres días antes de celebrarse la jornada electoral”.
A partir de éste texto, cada quien interprételo como mejor le convenga, le parezca o le guste, porque finalmente a la autoridad electoral le fallaron los tiempos y generó todo un problema de alcances inimaginables, pues hubo quienes sin tener la aprobación de su candidatura y/o de los integrantes de sus planillas -en el caso de los candidatos a munícipes-, hasta fiesta hicieron en el arranque, mientras otros decidieron no iniciar y esperar el visto bueno del IEPC, lo que tendrá un costo en sus tiempos.
Y lo que sería inaudito es que por culpa del Instituto Electoral desde el primer día de campaña este proceso se judicialice, dejándole a los tribunales, estatal y federal, la solución de estos problemas que pudieron evitarse con una mejor organización, pues no pueden excusarse cuando sus integrantes no son novatos en estos menesteres.
La verdad es que la actuación de la autoridad electoral para éste proceso intermedio ha sido muy desaseada, ha dejado mucho qué desear y generado un “sospechisismo” de que el IEPC responde a los intereses de quien manda en Palacio de Gobierno y en función de eso actúa. Y es que no olvidemos que ya se acerca el relevo de Alcaraz Cross, y eso podría influir en su actuación con miras a la elección de junio próximo.
Sólo tengamos en cuenta que varios de sus antecesores no quisieron “vivir en el error” y de árbitros electorales pasaron a ser burócratas, funcionarios o servidores públicos, para vivir de las arcas públicas. Qué diferencia con casos anteriores cuando los funcionarios electorales tenían categoría e, incluso, no cobraban ni se les pagaba ni un peso.
Hoy, ser árbitro electoral lo consideran como una “chamba” más, con sus contadas excepciones.
Pero aparte del trabajo del IEPC, en este proceso la atención se centrará en los candidatos a legisladores, alcaldes y regidores, y de acuerdo a lo escuchado y leído ayer sobre lo declarado en su primer día de campaña, su narrativa será la de siempre, la de “ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”, principalmente quienes ya ocuparon cargos de elección popular; la de presentarse como los salvadores del municipio o del estado, cuando quienes ya fueron servidores o funcionarios quedaron mucho a deber con su actuación a la ciudadanía; o la de creer que antes de ellos no hubo nada.
En fin, un día de campaña o de no campaña es nada frente a lo que se viene en los próximos días. Y si alguien creyó que la llamada “guerra sucia” no tendrá tiempo de aparecer ante lo corto del tiempo de campaña, se equivoca. Porque bien que mal, hay candidatos a quienes si bien en pasadas elecciones ya les sacaron sus “trapitos al sol”, aún tienen muchos por mostrar, en tanto otros se encontrarán con algunas sorpresas.
Y si no, al tiempo…