Cuando creo que previo al arranque de una nueva legislatura en el Congreso del Estado la pregunta debe ser: ¿Qué leyes elaborarán y nos heredarán los nuevos diputados? me inquieta que la interrogante que surje es: ¿Y cómo nos saldrán estos diputados: mejor, igual o peor que los que se acaban de ir?
Y es que bien dice el dicho que “la burra no era arisca, la hicieron”.
Hoy en sesion solemne y ante la presencia de los tres poderes del Estado representados por el gobernador Jorge Aristóteles Sandoval Díaz; el presidente del Poder Judicial, Luis Carlos Vega Pámanes; y Enrique Aubry de Castro Palomino como presidente del Poder Legislativo, los 39 nuevos diputados que conforman la 61 Legislatura inician sus trabajos para los próximos tres años.
Ayer sábado la 60 Legislatura se despidió en medio de discursos de autoreconocimiento al trabajo realizado, pero si bien aceptamos que hoy los dipitados no se van en medio de escándalos y del rechazo y crítica generalizada de la ciudadanía, deberá ser ésta la que los califique y juzgue en función de la ejecución, beneficio o perjuicio de las leyes que elaboraron a lo largo de los tres últimos años.
Creo que el trabajo realizado por los 39 diputados que ayer dijeron adiós, entre los que están los propietarios que iniciaron la legislatura, pero que por diversos motivos solicitaron licencia y no la concluyeron, y sus suplentes que la cerraron, es historia y será el tiempo el que califique su labor. Hoy domingo uno de noviembre, día de Todos los Santos , llegan nuevos legisladores que tendrán la carga de ser mejor que los que se fueron.
Hoy un representante de cada fracción partidista y el diputado independiente darán un discurso con el que dejarán en claro su posici0namiento y compromisos para el trabajo que realizarán durante los próximos tres años. Ya nos imaginamos que serán discursos llenos de buenas intenciones y de grandes deseos;  de promesas y de advertencias; de adelantos de aquello que no harán y un sin fin de palabras de “todos los colores y sabores”.
Nosotros los ciudadanos -y yo en lo particular en este espacio-, podemos decirles todo aquello que esperamos de ellos, cómo queremos que sean y cómo queremos que no sean; todo lo que queremos que hagan, pero también todo lo que no queremos que hagan… Podemos decirles o exigirles muchas cosas, pero creo que es mejor dejarlos que comiencen a trabajar y que sea en los hechos donde nos demuestren que son capaces de pasar de las palabras (los discursos de hoy) a los hechos (el trabajo durante los tres años).
Pero sólo una cosa si quiero pedirles, rogarles, solicitarles, exigirles a los 39 diputados o a sus compañeros que hablarán en su nombre: ¡No nos prometan que serán mejores que los que se fueron….!
En el pasado reciente, cuando cada una nueva Legislatura prometía que sería mejor que la que se iba… ¡nos fue peor!
Reitero: Por favor, digan todo lo que quieran, pero ¡no prometan que serán mejor que la que se fueron!.
Gracias.