El saber que su dirigencia nacional entregaba al diputado Enrique Aubry de Castro Palomino la seguridad de convertirse en senador de Jalisco al darle a su partido, el Verde Ecologista, la primera fórmula de candidatos a la Cámara alta, haciendo a un lado a militantes que consideran tienen los méritos suficientes para ello, puso los “pelos de punta” al priismo jalisciense.
Sin embargo, la rectificación que más tarde hizo el CEN al regresarle al PRI la primera fórmula y dejarle al PVEM la segunda, les regresó la tranquilidad y la esperanza de que alguno de ellos puede ser el elegido.
Pero más allá de la rebelión por favorecer al Verde Ecologista con la primera fórmula, lo que generó la irritación de los priistas fue la posibilidad de que Aubry de Castro Palomino fuera el representante de Jalisco en el Senado, de que ocupara un escaño cuando no es originario de esta entidad y de que obtuviera ese logro con menos de tres años de residencia en Jalisco.
Sin embargo, trascendió que Enrique Aubry no sería el candidato del Verde al Senado sino que buscará la diputación federal por el distrito 14, que junto con el 10 y el 3 -donde el PRI propondrá al candidato-, obtuvo el partido ecologista en la alianza signada con el Revolucionario Institucional.
De esta manera, de confirmarse lo anterior, el primer “damnificado” por esta alianza sería el diputado local Carlos Briseño Becerra, quien buscara refredar el triunfo que logró en ese distrito en 2009.
Así, pues, si efectivamente Aubry es el candidato a diputado federal por el distrito 14, estará a prueba si le bastaron poco más de dos años para confirmar si su trabajo en el Congreso del Estado convenció al electorado de su trabajo en el Congreso del Estado.