El pasado 23 de septiembre en mi columna Entre Semana en el periódico El Diario NTR Guadalajara, titulada “Kumamoto y sus andanzas en Tijuana”, escribí lo siguiente:
“Sin duda que el joven Kumamoto comienza a vivir la realidad de la política y se enfrentará a ella de manera más “cruda” cuando llegado el momento se entere de que la reforma a la Ley Orgánica del Poder Legislativo no le permitirá ir más allá que integrarse o quizás hasta presidir una comisión legislativa, pero nada más.
“Varias de las peticiones y demandas planteadas a la actual Legislatura por el diputado electo se quedarán en eso, en mera solicitud porque no procederá el que se integre a la Junta de Coordinación Política o que reciba prerrogativas como cualquier otra fracción partidista en el Congreso, según adelantan fuentes legislativas…”.
Un día después -el viernes 4-, en el mismo espacio con el título “Kumamoto: sin enchilada completa”, abundé sobre el tema:
“Parafraseando al ex canciller foxista Jorge G. Castañeda, el Congreso del Estado no le dará la enchilada completa al diputado Pedro Kumamoto Aguilar con una posible reforma a la Ley Orgánica del Poder Legislativo”, y reiteraba que con dichas reformas sí le darían “el derecho de formar parte de comisiones legislativas y quizás presidir alguna  de ellas, y tal vez algunas facultades más que no generarían mayores problemas a un Poder Legislativo que ya de por sí no goza de buena imagen.
Bueno, pues después de poco más de un mes de escrito lo anterior en el matutino, el pleno de la aun vigente 61 Legislatura aprobó las reformas a la Ley Orgánica del Poder Legislativo con lo que le adelanté en septiembre: Pedro Kumamoto podrá presidir una comisión legislativa y ser vocal en otras tres. Nada más.
Sobre si un diputado independiente o no postulado por un partido político podía ser parte integrante de la Junta de Coordinación Política, como lo demandaba el propio Kumamoto Aguilar y se sentía confiado en que se le daría “luz verde”, fue un tema que ni siquiera se abordó en dicha reforma, no obstante que los diputados perredistas Celia Fauto Lizaola y Enrique Velázquez, así como el panista Juan José Cuevas, argumentaron a favor de que sí se le sumara a este grupo que integran los coordinadores de las fracciones parlamentarias, incluído el único legislador del partido Nueva Alianza.
Pero salvo estos tres legisladores nadie más tocó el tema, y por lo que toca a la Legislatura que va de salida el asunto está cerrado. ¿Modificarán los diputados entrantes esta reforma para dejar que Kumamoto se sume a la Junta de Coordinación Política? No podríamos descartarlo, pero inicialmente creemos que no será uno de los temas prioritarios para quienes el próximo domingo se estrenan como diputados entrantes.
Kumamoto Aguilar quedará a merced de la voluntad política del presidente del Congreso en turno para ser invitado o no a las reuniones de la Junta de Coordinación, como ha sido el caso del diputado Enrique Aubry de Castro Paolomino, que como primer presidente de la 61 Legislatura lo ha convocado a las reuniones preparatorias hasta ahora realizadas. Queda esperar si esta invitación se mantiene durante los próximos cuatro meses y si el sucesor de Aubry en la presidencia la mantiene o no, pues no está obligado.
Por lo pronto, podemos decir que Pedro Kumamoto entrará con el “pie derecho” como diputado sin estar respaldado por un partido político. Hay que esperar para confirmar si le permiten más adelante meter el otro pie, el izquierdo, para, entonces sí, ver satisfechas todas sus demandas.