Cuentan que durante el proceso de venta de la Villa Panamericana a la empresa Green Life, a mediados del año, llegaron al escritorio del secretario general de gobierno, Enrique Ibarra Pedroza, los documentos con los que supuestamente quedaban sorteados los obstáculos legales para concretar con éxito dicha transacción.

Fuentes cercanas a la empresa aseguran que la compra-venta se hizo con todas las de la ley, que los aspectos legales y ambientales se cumplen a cabalidad y que por ello no hay motivo alguno para que dicho acuerdo no llegue a buen final el próximo viernes 30, fecha programada para la firma del contrato.

Y mientras el alcalde de Zapopan, Jesús Pablo Lemus Navarro, sigue más extraviado que un turista en un día de la Romería zapopana porque nadie le informó ni le ha informado de la transacción, tanto el gobernador Enrique Alfaro como le propio Ibarra Pedroza aseguran -en coincidencia con la empresa compradora- que todo está en regla, que nada se hizo fuera de la ley.

Sin embargo, colectivos como Parlamento de Colonias y Conciencia Cívica alegan que existen medidas cautelares o suspensiones emitidas por la autoridad correspondiente para que la Villa Panamericana no sea negociada en tanto no se atienda el fondo del asunto.

¿En qué lugar o posición, entonces, se encuentra la Villa Panamericana?

Ayer Enrique Ibarra declaró que “todo se hará de acuerdo a las normas, todo se hará de acuerdo a la reglamentación de las diversas leyes. Nada se hará esquivándolas, ni rehuyéndolas. Todo se solventará, todo se hará armónicamente, en el marco legal. Aquí está un interés muy importante, que es una institución afectada con más de $1 mil millones, que son las pensiones y jubilaciones de decenas de miles de trabajadores que ya tienen esa condición actual. Con esto, se vigorizarán las finanzas del Ipejal”.

La seguridad y certeza con que el secretario general de Gobierno afirma que “todo se solventará” y “se hará armónicamente en el marco legal”, ¿significa que las resoluciones judiciales que impedían la venta de la Villa o modificar la situación en que se encontraban en el momento de emitirlas, ya fueron sorteadas de manera legal, con todas las de la ley?

¿Qué saben el gobernador Alfaro e Ibarra Pedroza que no lo han compartido al alcalde Jesús Pablo Lemus o se lo han ocultado, quién sabe por qué motivos, sobre la situación legal que guarda la Villa Panamericana? Porque ayer el munícipe zapopano aún alegaba que aún existe una situación jurídica que habría que resolver.

Anotando la seguridad con que Enrique Ibarra hizo las declaraciones arriba mencionadas, ¿qué documentos de carácter legal, y en qué sentido, le hicieron llegar a su escritorio para dar el visto bueno al proceso de compra-venta de la Villa Panamericana? ¿Cuáles son esos Expedientes “X” de la Villa Panamericana?

Ahí está el meollo del asunto para su venta y posterior explotación con la venta de viviendas.

Pero, sin duda, pues, aún hay mucha “tela de dónde cortar” sobre este nuevo escándalo que salpica al gobierno alfarista y su cada vez más decaída refundación.

Al tiempo.