Al momento de escribir estas líneas, la Comisión de Finanzas de la Fundación Pro Construcción del Santuario de los Mártires de Cristo, A.C., no había acatado la recomendación del cardenal Juan Sandoval Iñiguez, de que se regresaran los 30 millones de pesos que les donó el gobernador Emilio González Márquez.
¿Por qué tanta tardanza en acatar una recomendación del Cardenal? ¿Qué les impide responder de inmediato? ¿Acaso ya no existen esos 30 millones o parte de ellos fueron utilizados y no precisamente para lo que fueron otorgados?
El citatorio que el Juez Tercero de Distrito le envió al cardenal Juan Sandoval, para que acudiera a comparecer en torno a este macrodonativo fue, sin duda alguna, lo que lo motivó a girar dicha recomendación que hasta el momento no se ha cumplido.
Aunque haya sido por esta razón, es de reconocer el interés del también Arzobispo de Guadalajara porque la inconformidad ciudadana por este asunto ya no crezca.
Ahora quien tiene que dar el siguiente paso es la Fundación Pro Construcción del Santuario, y no debe pasar ya mucho tiempo para que reintegre formalmente esos recursos que nunca debieron de haber salido de las arcas estatales.
Es posible que la regresar los 30 millones de pesos, queden ya sin efecto las denuncias interpuestas por este motivo y quizás las quejas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos terminen por “dormir el sueño de los justos”.
Sin embargo, hay que subrayar que detrás de este donativo quedarían muchas cosas oscuras que quizás tengan que revelarse o salir a la luz pública en su momento, pues se habla de falsificación de documentos y hasta de firmas.
No olvidemos que se descubrió que los 30 millones de pesos fueron entregados antes de aquella ceremonia en Casa Jalisco donde formalmente se entregó el famoso cheque.
No sabemos si de acuerdo a las irregularidades encontradas o presuntos ilícitos cometidos, las autoridades judiciales tengan que actuar de oficio, pero todo este asunto y lo que se ha dado a su alrededor, deben de servir de ejemplo a las autoridades estatales para que comprueben que hoy ya no pueden hacer lo que quieran. O al menos que no es tan fácil hacerlo.
De concretarse el reintegro del macrodonativo, estaremos hablando de que con esto el Ejecutivo estaría sufriendo su tercer revés ante la ciudadanía, luego de que fracasó el intento de imponer el placazo, primero, y el refrendazo, después.
No puede regateársele a la ciudadanía que su movilización ha obligado a la autoridad estatal a dar marcha atrás a decisiones con las que la población no estaba de acuerdo. Inclusive, un importante sector de los católicos no aprobó el donativo.
De esta manera, y tras haber sufrido un descalabro en tres ocasiones, el gobierno no debe ya de incurrir an estos errores y retar o provocar a la ciudadanía, actuando a sus espaldas.
Es más, hasta la propia naturaleza se “rebeló” a las autoridades, pues cuando se pronosticó que se registraría una macrotormenta, fue cuando más calor se sintió.