“Sentencia dictada por el Tribunal Electoral de Jalisco en el juicio JIN-32/2024 y acumulados que, entre otras cuestiones, confirmó el acuerdo IEPC-ACG-196/2024, del Consejo General del Instituto Electoral y de participación Ciudadana del Estado de Jalisco, por el que se efectúo el cómputo estatal y la calificación de la elección de gubernatura del Estado de Jalisco, en el proceso electoral local concurrente 2023- 2024, en el que se declaró la elegibilidad de la candidatura electa y se ordenó la expedición de la constancia de mayoría respectiva a Jesús Pablo Lemus Navarro”.
Así resumió la Sala Superior del Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial la ponencia del magistrado Felipe Alfredo Fuentes Barrera, que confirma a Lemus Navarro como el próximo gobernador, luego de una batalla jurídica y legal emprendida por el partido Morena y sus aliados de la coalición Sigamos Haciendo Historia y su candidata Claudia Delgadillo González, cuyos argumentos para solicitar la anulación de los comicios fueron desechado por este Tribunal.
De esta manera, Lemus Navarro continúa una carrera política que inició en 2015 como presidente municipal de Zapopan -luego de que Juan José Frangie Saade rechazó ser el candidato de Movimiento Ciudadano a invitación del gobernador Enrique Alfaro Ramírez-, donde en 2018 logró la reelección y más tarde, en el 2021, en una discutible y cuestionada interpretación de la Constitución, que para no pocos especialistas en materia electoral fue violada, se convirtió en presidente municipal de Guadalajara y de ahí candidato a la gubernatura, que obtiene en medio de una serie de irregularidades durante el cómputo de la elección, que motivó que Morena solicitara su anulación.
La actuación de Lemus Navarro como gobernante municipal se ha caracterizado por verse envuelto en escándalos de corrupción e irregularidades, como fue el caso de perdonarle el pago de alrededor de mil 200 millones de pesos a grupos inmobiliarios por conceptos de derechos en sus primeros tres meses de gobierno en Zapopan en el 2015, lo que le valió que la Auditoría Superior del Estado (ASEJ) le impusiera cargos por una cantidad similar, que luego le fueron perdonados por la Comisión de Vigilancia, bajo la presidencia de la hoy dirigente estatal del partido Movimiento Ciudadano, Mirza Flores Gómez, comisión que se encargó de “lavarle” esas cuentas, para lo cual se contó también con la complicidad de la ASEJ.
Asimismo, está el caso de la irregular y cuestionable licitación millonarias de luminarias en su primer trienio en Zapopan y el ilícito arrendamiento, también millonario, de patrullas para la Policía en Guadalajara, donde contó con la complicidad de magistrados del Tribunal de Justicia Administrativa, donde incluso se falsificaron documentos que le permitieran rentar centenares de esas unidades.
Pero Lemus Navarro ha logrado sortear con éxito estos y otros asuntos como su enfrentamiento público con el propio gobernador del Estado y militantes emecistas a los que ahora tiene de su lado, como el senador Clemente Castañeda, Alberto Esquer y Verónica Delgadillo, entre otros, que aspiraron también a la candidatura al gobierno estatal, sin olvidar su arremetida en contra también del ex dirigente de MC y hoy secretario general del Ayuntamiento de Guadalajara, Manuel Romo Parra, con el secretario del Trabajo, Marco Valerio Pérez, y sus diferencias públicas con la propia Mirza Flores, entre otros.
Jesús Pablo Lemus Navarro llegará a la gubernatura en un escenario muy diferente al que tuvo Enrique Alfaro en 2018 cuando ganó las elecciones y asumió el cargo. El panorama no se observa fácil ni mucho menos despejado de conflictos con la ciudadanía que reclama seguridad, principalmente.
Así, pues, a partir del seis de diciembre Lemus Navarro rendirá protesta ante los integrantes de la LXIV Legislatura, cuya composición es mayoritariamente de oposición, aunque se da por garantizado que contará -como contó Alfaro en sus seis años- con el apoyo de los diputados del PAN y PRI, para comenzar.
Y si no, al tiempo…