(Columna Entre Semana publicada hoy 28/08/19) en El Diario NTR Guadalajara)
El viernes 23, Trinidad Padilla López presentó al gobernador Enrique Alfaro Ramírez su renuncia como titular de la Procuraduría de Desarrollo Urbano (Prodeur); el lunes 26, El Diario NTR Guadalajara publicó como su nota principal a ocho columnas que la Villa Panamericana fue vendida a la empresa Green Life y que la firma del contrato para cerrar la negociación está programada a realizarse el viernes 30. Esta noticia provocó un escándalo y se dejó venir una avalancha de protestas en contra; ayer, Padilla López notifica al Congreso del Estado su decisión de renunciar al cargo, cuando aún le faltaba un año para cumplir el período de cuatro por el que fue designado.
En su cuenta de Twitter, Trino Padilla no da cuenta de su renuncia y en su perfil –hasta ayer, alrededor de las 21 horas, cuando se redactaban estas líneas– aparecía como titular de Prodeur. El último tuit lo escribió el 15 de mayo con su felicitación a los maestros universitarios y un retuit que hizo ayer a la noticia de su renuncia. Nada más.
Padilla López no reveló las razones de su renuncia, por lo que tras hacerse pública levantó una gama de especulaciones sobre la causa, pero con una coincidencia: que en su decisión tuvo que ver el asunto de la venta de la Villa Panamericana. Y a partir de este punto, más especulaciones sobre la postura que en lo personal y como integrante del Grupo Universidad guarda respecto a este polémico caso.
Con su renuncia, ¿Padilla López se deslinda de la venta de la Villa Panamericana o no quiere verse involucrado en la guerra de declaraciones que en torno al tema ambiental generará nuevamente este caso –como cuando se decidió construirla en El Bajío– y evita el desgaste que este escándalo provocará cuando llegue a su área? Todo puede ser y suceder.
Otro escenario que abre la noticia de la venta de la Villa Panamericana revelada por este matutino es: ¿encontronazo entre Enrique Alfaro Ramírez y Jesús Pablo Lemus Navarro o mera simulación para equilibrar las reacciones ciudadanas por la decisión tomada? Y es que el mandatario estatal avaló la transacción comercial para que el inmueble sea utilizado para viviendas en venta, en tanto que el presidente municipal de Zapopan aseguró que el ayuntamiento no otorgará los permisos para ese rubro: la venta de viviendas.
Cuesta trabajo creer lo que declaró Jesús Pablo: que ignoraba la venta de la Villa Panamericana, aquella que él promovió se levantara en El Bajío, que fue responsable de darle seguimiento a su construcción y que, por lo tanto, avaló que concluidos los Juegos Panamericanos se destinaría a vivienda. Hoy confiesa que no estaba enterado. Una de dos: Lemus Navarro miente o simula, o por alguna razón el gobernador no le notificó ni autorizó que nadie lo hiciera, manteniendo al alcalde alejado y ajeno a la negociación y cierre de la misma.
Con su negativa a autorizar vivienda en El Bajío, ¿Pablo Lemus se cura en salud para cuidar su imagen? ¿Su postura será en acuerdo con Alfaro Ramírez quien buscará tenerlo como delfín y no quiere que se desgaste o aprovechará este asunto para enviarle un mensaje a su jefe político de que no lo controla del todo?
El caso de la venta de la Villa Panamericana se atenderá en los medios de comunicación y nuevamente en tribunales, pero innegablemente será acompañado de una estela de consecuencias políticas difícil de pronosticar su alcance y final, pues para empezar podríamos anotar ahí ya la renuncia de Trino Padilla mientras no se conozca su causa de viva voz. Pero no me atrevo a colocar en el mismo caso un posible distanciamiento entre Alfaro y Lemus, pues sus intereses van más allá de un asunto como éste y seguramente seguirán caminando juntos.
¿Qué sigue? Saber si la venta se concreta o se viene abajo. Al tiempo.