Por Hugo Luna

Este 15 de septiembre celebramos la Independencia de México de la cual surgió un país propio que se fue transformado en República que hoy tenemos. En todos los aspectos fundamentales para un país democrático, próspero y equitativo, México tiene ambigüedades marcadas. El país exige por la seguridad ciudadana, pero no quiere cumplir la ley: la mayor parte de su población vive en distintos órdenes de ilegalidad desde la evasión de impuestos y la informalidad económica, el narcotráfico y el crimen organizado.

Urge extirpar la cultura de la corrupción pero la misma es solución obligada, consentida o solapada para solucionar problemas prácticos diariamente. Se pide una sociedad civil participativa, pero ha entregado el monopolio de la participación a los partidos políticos.

Miles de familias claman por una economía próspera y competitiva, pero en cada sector de la economía hay prácticas monopólicas que frenan la competitividad y la inversión. Quieren empleo pero no facilita la acción de los empleadores, es decir de los inversionistas que crean empleos.

A México le urge tener un sistema educativo de calidad, pero tolera y protege políticamente a una estructura sindical que impide avanzar en ese camino.

Lo mismo le sucede en los diversos ámbitos de la vida pública. Frente a cada gran reforma que el país necesita, hay un sindicato poderoso y alianzas políticas suficientes para impedirlas.

En síntesis, el país quiere a la vez ser moderno y permanecer igual, quiere los beneficios de la modernidad pero no pagar su precio: cúmplase la modernidad en los bueyes de mi compadre.

Todo se va en: el pleito y el empate de cada día. El país por eso avanza poco, (por citar algo), discute trivialidades, se paraliza al menor capricho y parece ir a la deriva, en manos de pequeñas iniciativas del gobierno y grandes oportunismos de unos cuantos.

El país necesita un grito de modernidad que lo saque de la ambigüedad en que vive. Una propuesta clara de cambio, prometedora y atractiva, frente a la cual el gigante dormido despierte y avance.