Mientras Jesús Pablo Lemus Navarro, momentos antes de recibir su constancia de mayoría, planteó ayer ante los medios de comunicación que “hay que darle la vuelta” porque “ya se acabaron las campañas”, el Consejo Nacional de Morena manifestó, a través de un desplegado, que “apoyamos incondicionalmente la impugnación que la dirigencia nacional de nuestro partido hará de esa elección (en Jalisco). Estamos convencidos de que dicha decisión dejará ver el cúmulo de irregularidades e inconsistencias que plagaron el proceso estatal…”.

Ayer Lemus Navarro presumió ser el candidato más votado al obtener, según el conteo del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), un millón 626 mil 941 votos, y anunció que hoy lunes se reunirá con la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por Jalisco, Laura Haro Ramírez, quien luego de “rasgarse las vestiduras” por hacer sido violentada políticamente por razones de género por el candidato de Movimiento Ciudadano durante el tercer debate, primero dócilmente le aceptó la disculpa y, posteriormente, no dudó y prontamente lo reconoció como el ganador de la contienda, sin reparar que hubiese habido algún incidente extraordinario durante el cómputo. La priista no vio nada.

El martes, dijo Lemus, se reunirá con la dirigencia y la bancada de Acción Nacional, quien prácticamente desde el arranque de la campaña dio señales de que se la jugaba más con el ex alcalde de Guadalajara que con su propia candidata a la gubernatura que no pertenece a sus filas.

Pero si bien con la entrega de constancia de mayoría para Lemus Navarro, el IEPC da por concluido su cuestionado trabajo -como nunca en la historia del árbitro electoral del estado- en este proceso del 2024, la verdad es que ahora comienza otra historia a la que Morena no está dispuesta a darle “vuelta a la página”, pues decidió impugnar esta elección con fundamento en el derecho que le da la legislación electoral y que indudablemente concluirá con la resolución que emitan los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral de la Federación.

“Le ofrezco diálogo a Morena”, declaró ayer Lemus Navarro.

Pero Morena ha decidido agotar los recursos legales con el respaldo de su Consejo Nacional que, en su desplegado emitido también ayer, destacó que el proceso electoral en Jalisco “no estuvo a la altura de las circunstancias”, pues hubo “manipulación del PREP, pérdida de la cadena de custodia -como lo reconoció el propio presidente del Consejo Electoral de Guadalajara- y trazabilidad de los paquetes electorales (traslado de bolsas con votos sin control), pérdida de boletas, rechazo a la apertura de paquetes y falta de información para el conteo de votos”, que “afectaron definitivamente la transparencia y certeza de los resultados dados a conocer por la autoridad competente”.

Y cerró su texto: “Limpiar la elección debe ser el propósito de la impugnación que presentará la dirigencia nacional”.

En mi cuenta en la red de X, referí que “nadie puede exigir al presunto perdedor, sea del color que sea, que acate un resultado cuando la ley le permite transitar un camino en diversas instancias para interponer quejas o impugnaciones. Tiene todo el derecho de agotar los recursos que la legislación le otorga”.

Morena tiene le derecho de hacerlo en la elección por la gubernatura, como Movimiento Ciudadano tiene de hacerlo en la elección de Tlaquepaque o de cualquier otro municipio donde considere que debe de hacerlo. Es su derecho por ley y nadie puede obligarlo a renunciar a él.

Ayer las cúpulas de la coalición Sigamos Haciendo Historia en Jalisco decidieron primero agotar los recursos legales que tienen, antes que realizar cualquier acción de resistencia pacífica, como dijo el sábado el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo.

Así, pues, esta historia aún no termina, pues apenas inició otro capítulo que nadie sabe como concluirá,