Cuesta mucho trabajo creer en los argumentos que Alberto Cárdenas Jiménez ha sostenido desde el pasado uno de julio a la fecha para exigir que se anule la elección de presidente municipal en Guadalajara, cuando de entrada las autoridades electorales del Estado -primero el Instituto Electoral y posteriormente el Tribunal Electoral- los han desechado por improcedentes.
Cada una de las causales que él viene repitiendo un día sí y otro también en ruedas de prensa a las que ha convocado para reiterar siempre lo mismo, no las ha podido explicar en pláticas personales, como la que sostuvimos el pasado lunes 17 de este mes:
- ¿Qué pasó con los 500 representantes de Acción Nacional que no se presentaron en las casillas correspondientes, como lo denunció su propio correligionario el diputado Héctor Álvarez? El propio Cárdenas reconoce que esos 500 representantes le fallaron.
- ¿Por qué en las actas de casilla no aparece anotada ninguna inconformidad ni queja u observación alguna de su representante sobre presuntas irregularidades? No supo qué contestar.
- ¿Por qué las presuntas irregularidades sólo se cometieron en la elección de presidente municipal y no en la elección de diputados federales, locales, senadores y presidente de la República? No supo qué contestar.
- ¿Cómo comprobar que presuntamente los 47 mil integrantes de las iglesias evangélicas en Guadalajara votaron sin duda a favor del candidato del PRI a la alcaldía, si ni siquiera sus propios pastores pueden comprobarlo? No supo qué contestar.
- ¿Por qué creer que la promesa de los pastores evangélicos de darle 47 mil votos a los candidatos priistas fue estrictamente cumplida al pie de la letra, si en muchas ocasiones las organizaciones y sectores adheridos al PRI le han ofrecido millones de votos que nunca se llegaron a cumplir o confirmar? No supo qué contestar.
- ¿Por qué no fundamenta en qué artículos del Código Electoral sostiene su exigencia de abrir los paquetes electorales y sólo se remite a decir que si ya en alguna ocasión el Tribunal Electoral las abrió en otra elección municipal, por qué ahora en Guadalajara no? No supo qué contestar.
- ¿Por qué el magistrado Guillermo Meza renunció a seguir siendo el ponente de su caso sólo porque sus compañeros no estuvieron de acuerdo con él en abrir los paquetes electorales -si la ley no lo contempla-, y no se mantuvo como tal para investigar las otras causales que les presentó? Cárdenas recriminó que el magistrado Meza debió de haber seguido como ponente.
- ¿Por qué el magistrado Guillermo Meza no fundamentó su exigencia de abrir paquetes electorales en determinados artículos del Código Electoral y se quedó callado ante los señalamientos del magistrado presidente, Jesús Reynoso, de que era un incongruente? No supo qué contestar.
- ¿Por qué ninguno de los integrantes de su planilla de regidores ha salido a defender su caso? Le dije que porque era una planilla alejada y no identificada de y con los ciudadanos, que no tenía ninguna conexión con ellos y que tampoco eran cercanos a los panistas. No supo qué contestar.
- ¿Por qué los panistas de Jalisco y Guadalajara no lo han apoyado en su demanda y únicamente, por mera cortesía política, los dirigentes lo han acompañado en sus ruedas de prensa? No supo qué contestar, aunque reconoció que algunos lo han traicionado.
Pero ahora hay otras preguntas que bien valdría la pena hacernos y esperar que Alberto Cárdenas nos las pueda responder con contundencia:
- Si el 11 de julio pasado cuando planteó el Juicio de Inconformidad 034/2012 no tenía la totalidad de las actas, ¿por qué pedía abrir 1,198 paquetes electorales?
- ¿Cómo fue que en su Juicio de Inconformidad exiga puntualmente la apertura de esos paquetes con los datos de boletas entregadas, extraídas y votos válidos y nulos si supuestamente no tenía en su poder esas actas?
- ¿De dónde sacaron esos datos que solamente pueden estar contenidos en las propias actas que dijo no tener en su poder?
- ¿Por qué no le ha importado que en su afán porque se anule la elección, haya perdido 6 mil votos que igual número de panistas -militantes o simpatizantes- emitieron a su favor, de las 42 casillas que anuló el Triejal?
- ¿Por qué reclama la anulación de la elección cuando sólo ganó un distrito, el 12, y que por cierto perdió el candidato a la gubernatura? Cárdenas obtuvo 60 mil votos ahí; el candidato a diputado local, Gildardo Guerrero, 50 mil 874; mientras que Fernando Guzmán sólo obtuvo 28 mil 143. ¿Por qué no logró sumar sus votos a Guzmán Pérez Peláez?
La verdad es que la realidad de Alberto Cárdenas Jiménez en Guadalajara ahora en el 2012 es una muy, pero muy distinta a la que tuvo en el 2006. Y basta comparar los votos de un año y otro: En 2006 obtuvo 426 mil 367 y ahora en el 2012 sólo votaron por él 274 mil 922 ciudadanos.