En los corrillos políticos la pregunta que “corre como pólvora” no es si Carlos Lomelí Bolaños será separado de su cargo como coordinador de programas sociales del gobierno federal sino cuándo, luego del escándalo surgido a raíz de la revelación de los resultados de la investigación realizada por la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) en el que lo involucran en una red farmacéutica que ha logrado contratos millonarios en el abastecimiento de medicamentos en estados donde gobierna Morena, comenzando por Veracruz.

Y en particular en lo que concierne a la empresa Abisalud, en la que no obstante que Lomelí Bolaños ha negado que sea de su propiedad, hay varios vasos comunicantes, a través de terceros allegados a él, que ponen en entredicho su negativa.

Nada menos anteayer, Mexicanos contra la Corrupción amplió su información y reveló que Juan Carlos Tadeo Martínez Ramírez, esposo de la diputada local de Morena, Erika Pérez, es ahora el socio mayoritario de Abisalud, luego de la separación de la empresa de Hiram Torres, ex secrtetario particular de Lomelí y actualmente regidor de Morena en Zapopan, quien tenía esa calidad de socio mayoritario de esta empresa.

La diputada Erika Pérez -quien está en riesgo de no ser designada coordinadora de la fracción morenista en el Congreso, como estaba decidido-, explicó que fue una omisión involuntaria no informar en su 3de3 que su marido era el accionista mayoritario de Abisalud.

Asimismo, anteayer los coordinadores de las fracciones parlamentarias del PRI, PAN, PRD y PMC, René Juárez, Juan Carlos Romero Hicks, Verónica Piña y Tonatiuh Bravo Padilla, respectivamente, solicitaron que Lomelí Bolaños sea separado de su actual cargo mientras se efectúan las investigaciones de las denuncias en su contra.

Y ayer los representantes de las bancadas parlamentarias en el Congreso del Estado, a excepción del de Morena, en rueda de prensa exigieron que la Fiscalía Anticorrupción acelerara la investigación de las denuncias presentadas por presuntas irregularidades.

A esto hay que sumarle que la Secretaría de la Función Pública y la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda ya iniciaron la investigación correspondiente, en base a la denuncia revelada por Mexicanos contra la Corrupción.

Sin duda que el caso de Carlos Lomelí se le ha convertido al presidente López Obrador en una “papa caliente” y está en la disyuntiva de si cede o no a la exigencia de sus adversarios políticos y lo separa de su cargo o estira la liga, aguanta, y no lo hace hasta en tanto no se ponga en operación una estrategia que le permita al empresario farmacéutico salir bien librado.

Y aunque todo esto último se advierte cada día más difícil ,y si bien hay evidencias indirectas de esa relación de Lomelí con las empresas farmacéuticas a las que niega pertenecer, no existe al parecer documento alguno donde aparezca el nombre del super delegado en Jalisco, y de esto se puede agarrar el presidente López Obrador para sostener a su super delegado en Jalisco.

Por lo pronto, pues, habrá que ver quién aguanta más y logra salir airoso: si Carlos Lomelí del brazo de López Obrador o Mexicanos contra la Corrupción del brazo no sólo de los adversarios políticos del lópezobradorismo sino de un amplio sector de la sociedad.

Al tiempo, pues, para confirmar si cae o no Carlos Lomelí Bolaños.