Hoy, a 29 días de que concluya su sexenio -el 5 de diciembre-, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez rendirá su sexto y último informe de actividades nada menos que en el Palenque de las Fiestas de Octubre, extraño lugar para rendirle cuentas a los jaliscienses, a menos de que se quiera representar lo que se convirtió a Jalisco en la era alfarista: una arena para “pelea de gallos”.
Hace casi tres años, en vísperas de cumplirse el primer trienio del gobierno estatal de Movimiento Ciudadano, redacté un texto que titulé: “Los fracasos trienales; Refundación, una nueva Constitución y Pacto Fiscal”. Tres años después, casi por finalizar el gobierno alfarista, dicho texto sigue vigente porque en el segundo trienio los tres grandes proyectos que “vendió” a los jaliscienses al inicio de su administración simplemente… se refundieron.
Esto es parte de lo compartido aquel 16 de noviembre del 2021 aquí en Marcatextos:
“El primer gran fracaso alfarista fue el de la famosa Refundación que nadie entendió y se sigue sin entender de qué se trata. Así como la Cuarta Transformación se tradujo en un retroceso para el país, la Refundación se quedó en un mero eslogan de campaña y de retórica en los primeros dos años de la actual administración. Hoy ni el propio gobierno la recuerda y mucho menos la oferta. Eso sí, a nombre de la Refundación se dijeron tantas cosas y se prometieron quién sabe cuántas más…
“Hoy el gobernador Alfaro ni por error la menciona. La mandó al archivo “muerto”.
“El segundo gran fracaso fue que en el marco de esa Refundación, Jalisco tendría una nueva Constitución, aquella que, aún sin existir, los emecistas ya la llenaban de elogios y juraban que marcaba un antes y un después. Incluso, hasta se detalló la creación de un nuevo Constituyente del que formarían parte ridículamente los nefastos diputados de la pasada LXII Legislatura, seguramente para “coronar” su sumisión ante el Ejecutivo.
“Pero el absurdo en este caso fue que el Ejecutivo y Legislativo preparaban la creación de una nueva Constitución del Estado, “pisoteando”, pasando por encima y violentando la que actualmente nos rige.
“Y el tercer gran fracaso (…) es el de la no menos absurda consulta popular sobre el Pacto Fiscal (…). Una consulta inservible para los jaliscienses, pero quizás muy adecuada para la propaganda política de quien no pierde las esperanzas de ser candidato a la presidencia de la República en el 2024, y para lo cual se ha incluido hasta la participación de menores de edad… ¡faltaba más!.
“Estos son, pues, los tres grandes fracasos (…): Ni Refundación ni nueva Constitución ni constituyente ni nuevo Pacto Fiscal. No dio para más.
“Y valga decir que fue el propio gobierno el que ‘sepultó’ sus grandes proyectos políticos, pues quienes debieron ser sus principales aliados para sacarlos adelante, los diputados, nunca entendieron de qué se trataba y, por supuesto, la sociedad no sólo nunca le entendió, sino que nunca le interesó ni lo tomó en serio. Así de sencillo”.
Este texto lo escribí hace tres años, y es tan vigente como si apenas lo hubiese escrito ayer por primera vez.