Violencia, fue la acción y palabra que selló la celebración el sábado de las asambleas distritales de Morena para la elección de delegados que participarrían, a su vez, en la elección de sus dirigentes nacional y estatales. En Jalisco, donde se elegirían 200 delegados, ocho distritos fueron escenario de irregularidades y agresiones hasta con armas de fuego.

En los distritos tres (Tepatitlán), cinco (Puerto Vallarta), siete (Tonalá), 10 (Zapopan), 16 (Tlaquepaque) y 17 (Jocotepec), se reportaron el robo de listas de militantes y de computadores, mientras en los distritos ocho y nueve (ambos de Guadalajara) se denunciaron agresiones con arma de fuego, dejando cuatro personas heridas.

Y en otros puntos del país sucedió lo mismo.

Estos actos le dieron la razón a la dirigente nacional Yeidkol Polevnsky, que pidió la suspensión de las asambleas por irregularidades en el padrón de militantes y porque no existían condiciones para su realización, pero no fue escuchada a tiempo ni por el Instituto Nacional Electoral ni por los órganos internos de su partido.

Sin embargo, lo ocurrido el sábado provocó lo que ella quería: por falta de un padrón confiable y condiciones adecuadas para realizarla, quedó suspendida la elección programada para el 10 de noviembre, y posiblemente se realizará en los primeros meses del 2020 cuando se asegura que estará al frente del partido Leonel Godoy -uno de los hombres de mayor confianza del presidente López Obrador-, en su calidad de secretario general con atribuciones de presidente, luego de que Polevnsky le entregue el 20 de noviembre. cuando concluya el año que se la autorizó para continuar la frente del partido.

Pero, ¿ahí quedará todo? ¿Sabremos quiénes fueron los autores materiales e intelectuales de la violencia desatada en esos ocho distritos de Jalisco, en donde incluso hubo heridos de bala, o finalmente todo queda en meras “travesuras”? ¿Fueron militantes de Morena los agresores o personas externas que pretendieron “reventar” -y en estos ocho distritos lo lograron-, las asambleas morenistas con fines de perjudicar este proceso? Si los participantes fueron gente ajena a Morena, ¿intervino el gobierno estatal o los municipales en estos desaguisados o personajes de otros partidos?

El gobierno del Estado emitió un comunicado para deslindarse de cualquier responsabilidad, pero hay quienes sospechan de su intervención, sin pruebas de por medio hasta ahora, por supuesto.

Así, pues, pasado el momento amargo de las asambleas distritales, ahora veremos el siguiente capítulo de una historia en Morena que nadie sabe qué fin tendrá, pero que pocos se atreverían a augurar que tendrá un final feliz, pues el golpeteo interno no cesa ni un momento y tampoco es posible pronosticar quiénes o qué tribu morenista será la que termine por imponerse.

Y si no, al tiempo.