En la actual Legislatura que está por concluir el próximo mes, la bancada del Partido Revolucionario Institucional en el Congreso del Estado fue más discreta y “recatada” en su alianza o relación con la fracción mayoritaria de Movimiento Ciudadano y concretamente con el titular Poder Ejecutivo, pero la de Acción Nacional simplemente, sin pudor alguno, fue una extensión más de los diputados “naranjas” y del gabinete alfarista. Para la siguiente Legislatura ya está “cantado” que los cinco diputados del PAN y los tres del PRI serán los grandes aliados del emecismo, independientemente del futuro que tenga la definición de la gubernatura.
Si bien la próxima fracción parlamentaria del PAN podría no ser tan compacta como la actual, por los grupos que la conforman, no hay duda alguna de que desde ahora “tejieron” ya su relación con Movimiento Ciudadano para consolidar la alianza creada actualmente, mientras el PRI parece no tener duda alguna que hasta por sobrevivencia tiene que sumarse a la bancada “naranja” para enfrentar a Morena y aliados los próximos tres años.
Aunque en diferentes momentos, los actuales dirigentes de ambos partidos, Juan Pablo Colín y Laura Haro Ramírez, han enviado señales de que “todo” con MC y “nada” con Morena, quizás en el entendido de que tienen que asumir el mismo papel que sus dirigencias nacionales. El problema es que en este sexenio que ha gobernado Jalisco Movimiento Ciudadano, nunca supieron -más bien nunca quisieron- ser oposición, sino que se “entregaron” a los deseos que se proyectaban desde Casa Jalisco.
En estos seis años su discurso nunca fue congruente con sus hechos.
Y esta alianza del PAN y el PRI con Movimiento Ciudadano se “cocina” ya, incluso, ante la eventualidad de que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación anule la elección por la gubernatura y ordene se convoque a una extraordinaria. Cuentan en los corrillos de ambos partidos que ninguno se ve en la posibilidad de ser “tercero en discordia” y que están decididos a “jugársela” con quien hoy ostenta el poder en Jalisco, apostándole a que mucho o poco puedan ganar, más de lo que actualmente tienen. Eso sí, descartan ir en alianza nuevamente,en caso de que se repita la elección.
La situación que enfrentan estos partidos -PAN y PRI- a su interior, no es prometedora. El primero, porque auguran una fuerte lucha a su interior por el poder y el control que antes mantenía el finado Octavio Esqueda y que hoy pretende mantener Eduardo Rosales, pero que otros grupos contrarios están decididos a disputarle sino obtienen algo mejor. En el segundo, su debilidad parece que cada vez será mayor. y que no obstante pretenden enviar una señal de unidad, la verdad es que a nadie le interesa ya disputarle el poder a la actual dirigencia.
Y en este contexto, es que Movimiento Ciudadano sabrá aprovecharse de ambos partidos para retenerlos como sus aliados, apostándole a que podrán seguir gobernando Jalisco, ya sea si se ratifica a Jesús Pablo Lemus como ganador de la contienda o ganando la elección extraordinaria, en caso de que esto suceda. ¿Qué les podría ofrecer en ambos casos? Dicen que mantenerlos de aliados no tendría un alto costo para los emecistas.
Así, pues, hay que esperar a que transcurra el tiempo para confirmar lo que desde ahora se pronostica: que el PAN y el PRI en Jalisco están destinados a ser para Movimiento Ciudadano lo que el Verde Ecologista y el Partido del Trabajo son para Morena a nivel nacional. ¿Será?
Al tiempo…