Por Julio César Hernández
 
¿Qué pecado cometieron los tonaltecas para sufrir lo que están sufriendo?
 
¿Quién y por qué los condenó a vivir tantos años de mala suerte?
 
¿Por qué tienen que estar padeciendo la vergüenza de tener los políticos y gobernantes que tienen y han tenido?
 
Hay quienes dicen que la mala suerte inició cuando mayoritariamente decidieron votar por primera vez a favor del PAN, con Felipe Jarero como candidato, en tanto que otros más aseguran que esa mala suerte inició cuando el alcalde priísta Palemón González decidió “rebelarse” al grupo político al que pertenece y que lo llevó a cometer tanto errores que dieron pie para el Acción Nacional volviera a recuperar el poder en la persona de Jorge Vizcarra Mayorga.
 
A partir de entonces, ya todo es una historia conocida.
 
Y lo que sucedió hoy en la mañana con el relevo del alcalde Salvador González del Toro por su compañero regidor Agustín Ordoñez, en una sesión de Cabildo donde “chamaqueraon” al novato edil, es para que la dirigencia estatal del PAN llame a cuentas a todos sus regidores en Tonalá y les dé una fuerte reprimenda por andar dando el espectáculo que ya a estas horas se ha ventilado en los medios de comunicación.
 
Bueno sería saber quién estuvo exactamente detrás de la “rebelión” tonalteca, pues en los corrillos de aquel municipio se menciona el nombre de Javier Curiel, director de Desarrollo Social, aunque también hay quienes señalan como corresponsable al propio Agustín Ordoñez.
 
Para desgracia del panismo tonalteca, no es característico de los perredistas la “guerra de las tribus”, pues una réplica de ello es lo que viven hoy en Tonalá.