Coincidencia o no -en política no hay coincidencias-, la semana pasada -jueves y viernes- el jefe político del Grupo Jalisco en Movimiento Ciudadano y gobernador, Enrique Alfaro Ramírez, y el dirigente estatal Manuel Romo Parra, por vez primera desde que Morena impugnó la elección a la gubernatura hicieron referencia, haciendo el 1-2, que serían los tribunales los que tendrían la última palabra sobre el tema.
Curiosamente, 72 horas después -el lunes siguiente-, el Tribunal Electoral del Estado resolvió -como lo habían augurado Alfaro y Romo- las impugnaciones presentadas por Morena a las elecciones a la gubernatura y a la presidencia municipal de Guadalajara y por Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Tlaquepaque, ratificando la decisión del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de reconocer como ganadores a MC en las dos primeras y a Morena en la tercera.
Pero el magistrado presidente Tomás Vargas Suárez -que dicen tiene intereses inmobiliarios-, le puso “la cereza al pastel” a su resolución al realizar una serie de ajustes que le permitieron a Movimiento Ciudadano incrementar su diferencia de votos y pasar de 4.9% al 5.08%, con lo que se despeja el “fantasma” de la anulación por razones porcentuales que establece el artículo 41 constitucional.
Los emecistas festejaron en redes sociales la resolución del tribunal como si ahí terminara el proceso de impugnación, mientras los morenistas se dijeron no estar sorprendidos y anunciaron que darán el obligado paso que les faculta la ley y que es recurrir a los tribunales federales, lo que no gustó mucho al emecismo, cuyos voceros salieron exigir a los morenistas que aceptaran la decisión del Triejal.
“Vamos a salir a defender el voto. No vamos a permitir, bajo ninguna circunstancia, que en tribunales o en la sociedad, con engaños, con mentiras, se siga engañando a la gente con lo que legítimamente se ganó en las urnas”, dijeron los emecistas. Y hacen bien, pues tienen todo el derecho de defender lo que consideran ganaron, como lo hicieron en el Triejal donde todo les salió “a pedir de boca”; sólo que ahora lo deberán de hacer ante los tribunales federales donde el alfarismo no tiene influencia ni puede someter a los magistrados a sus intereses.
Quizás por esto último es que andan muy nerviosos y preocupados, por eso salieron a exigir a los morenistas que ya acataran la decisión del Tribunal Electoral del Estado y que no estuvieran mintiendo ni atacando a las instituciones. Pero resulta que no corresponde a los emecistas decir si los morenistas mienten o no en su impugnación a la elección por la gubernatura y la alcaldía de Guadalajara, sino a los magistrados de los tribunales federales que conocerán de ambos casos, ante quienes los emecistas deberán descalificar con pruebas y argumentos las mentiras que aseguran plantean sus adversarios.
Incluso, con tal de mostrarse “congruentes” en su decir y hacer, hasta se vieron obligados a declarar -porque los reporteros insistieron en preguntarles sobre el tema- que la dirigencia estatal hablará con el equipo jurídico de Movimiento Ciudadano en Tlaquepaque que impugnó la elección por la presidencia municipal, para que ya acepte la resolución en su contra del Tribunal Electoral del Estado. Pero nunca declararon que hablarían con la candidata perdedora, Citlalli Amaya, y, mucho menos, con la jefa política del Grupo Tlaquepaque en MC, la diputada federal María Elena Limón García. Fueron cuidadosos de no mencionarlas.
Pero resulta que ese “equipo jurídico de Tlaquepaque” ya presentó ayer mismo su impugnación ante la Sala Regional Guadalajara del TEPJF, por lo que difícilmente Amaya y Limón acatarán la orden de su dirigencia estatal… si es que se atrevieron a dar esa orden.
Así, pues, Movimiento Ciudadano y su excandidato Jesús Pablo Lemus Navarro deben serenarse y no ponerse nerviosos porque Morena y sus candidatos Claudia Delgadillo y José María Martínez recurran a los tribunales federales; total, si a los emecistas les asiste la razón, seguro convencerán a los magistrados federales con los mismos argumentos que “convencieron” al magistrado Tomás Vargas y sus dos colaboradores en funciones de magistrados.
Lo que ganaron en el tribunal local, lo pueden ganar en el tribunal federal… ¿O, acaso, temen un severo revés?
Al tiempo…