Ayer en la “mañanera” el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, hizo referencia a su visita a Casa Jalisco para cumplir, como él dijo, “parte de las tareas encomendadas a la Secretaría de Gobernación (…); parte de las tareas que el señor presidente nos ha instruido, ser un enlace, ser un facilitador de las relaciones institucionales” en todo el país…”. En una palabra, y contra lo que algunos creen o creían, él vino en su papel de secretario de Gobernación para cumplir -y esto es importante y de fondo-, “parte de la gobernabilidad que construimos día a día desde la Secretaría de Gobernación…”.
Más allá de la postura que manifestó el presidente Andrés Manuel López Obrador respecto al finado ex rector Raúl Padilla López en particular, López Hernández decidió “tomar el toro por los cuernos” e intervenir en el diferendo entre el gobernador Enrique Alfaro Ramírez y el Grupo Universidad, concretamente, para cuidar “la gobernabilidad”. Y es que Adán Augusto sabe que no es lo mismo la Universidad de Guadalajara con Padilla López que sin Padilla López, en una “guerra” declarada desde Casa Jalisco.
Hasta ahí, todo bien, de acuerdo a su responsabilidad como encargado de la política interna del país.
Pero a lo anterior, agregó lo siguiente: “Fue una agradable conversación. No hablamos del Plan de Estudios (de la UdeG) (…). Platicamos largo, analizamos diversos escenarios. Se comprometieron ahí el señor rector y el señor gobernador en (sic) mantener este diálogo y construir acuerdos que permitan un mejor entendimiento entre esas dos instituciones. El gobernador está consciente del papel que juega la Universidad de Guadalajara…”.
Desglosemos:
1. ¿Por qué tendrían que hablar del Plan de Estudios en un pleito en el que por un lado está el reclamo de 140 millones de pesos que se le quitaron de su presupuesto para el Museo de Ciencias Ambientales y por el otro está la exigencia de que la Universidad de Guadalajara no se inmiscuya en asuntos y temas políticos-electorales? Pleito que, incluso, provocó marchas, manifestaciones y lonas de protesta porque se violentaba la autonomía universitaria; pleito que llevó a que el gobernador calificara de caciques y lacayos a quienes considera sus adversarios.
El origen del pleito no fue académico, que conste.
2. Cuenta el secretario de Gobernación que “analizamos diversos escenarios”. ¿”Diversos escenarios” de qué? ¿De la vida universitaria, del apoyo o no del gobierno del Estado para los proyectos de la Universidad de Guadalajara o de lo que políticamente puede suceder ahora con la ausencia del líder político Padilla López? Y es que si retomamos el origen del pleito o la “guerra” declarada desde el gobierno del Estado al Grupo Universidad -y ahí están los hechos asentados en los medios de comunicación-, lo que públicamente se sabe es que el Congreso del Estado, por órdenes del Ejecutivo, le quitó a la UdeG 140 millones de pesos para destinarlos a la construcción del Hospital Civil en Tonalá, porque -a decir del gobernador-, no se le iba a dar recursos económicos a la universidad “para los negocios” de Padilla. Ese es el origen y motivo del pleito y lo que provocó el rompimiento de la alianza política acordada entre Alfaro y Padilla previo al 2018, y que se mantenía hasta que se decidió la creación del partido político Hagamos.
El origen del pleito fue político, que conste.
¿Cuáles fueron los “diversos escenarios” que se analizaron?: 1. ¿Qué pasaría si el gobernador ordena le regresen a la UdeG los 140 millones de pesos? 2. ¿Qué sucedería si no se los regresan voluntariamente? 3. ¿Qué pasará si la Suprema Corte le da la razón a la UdeG? 4. ¿Qué sucederá si la razón se la otorga al gobierno del Estado? 5. ¿Qué pasará hay “borrón y cuenta nueva” y es el gobierno federal quien le repone a la Universidad esos 140 millones?
¿O a qué escenarios se refiere Adán Augusto López si sólo hay uno que fue el que causó -públicamente- que desde Casa Jalisco le declararan la “guerra” al Grupo Universidad: los 140 millones de pesos? No hay más escenarios considerando la causa del pleito.
¡Ah! Políticamente, por supuesto, hay muchos otros escenarios que esos sí debieron de haber analizado a lo largo de las casi tres horas que duró el encuentro, Bien lo dijo el secretario: “Platicamos largo…”.
Reitero: a diferencia de las vagas referencias que Alfaro y Villanueva hicieron sobre su encuentro con la mediación de López Hernández, el secretario de Gobernación dio “más luz” sobre lo tratado en el jardín de Casa Jalisco, y eso nos permite crear una hipótesis de lo dialogado.
Pero insisto: si el motivo de la declaración de “guerra” del gobernador Alfaro al Grupo Universidad y a su líder Padilla López fue político, la solución al problema tendrá que ser política. Porque la causa -subrayo: la causa y no la consecuencia- nunca fue económica ni académica.
Y si no, al tiempo…