Ayer el Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco (CCIJ), que preside Juan Alonso Niño Cota, dio a conocer un decálogo de compromisos que plantea a los candidatos a las presidencias municipales para que, de aceptarlo, lo hagan propio y lo cumplan. Dicho decálogo lo promueven a través del hashtag #RetoCCIJ.
No quisiera creer que dicho “Decálogo” fue elaborado “sobre las rodillas” y más con un afán protagónico y tendencioso de los industriales, pues ninguno de los puntos que lo integran son un compromiso ineludible de los candidatos, ya que no todo depende de la buena voluntad de quien llegue al gobierno. Amén de que algunos no les corresponden ejecutar.
Un ejemplo: “Ordenamiento Urbano. Compromiso con el orden urbano”. ¿Qué significa eso? ¿Qué candidato, por tonto que sea -que los hay- no dira que se “compromete con el orden urbano”?
Otro ejemplo: “Transporte y Movilidad. Que se apeguen a las observaciones del Observatorio Ciudadano de Movilidad y que se homologuen las estrategias del Estado y de los Municipios”. Sépase que la Movilidad es responsabilidad del estado, no de los municipios, por lo tanto éstos quizás ni sujetos obligados sean del Observatorio mencionado.
O hay otros puntos que confunden la propuesta con el compromiso que supuestamente deben asumior los candidatos. Por ejemplo, no comprometen al candidato a que de llegar al gobierno lleve equis acciones para combatir la inseguridad, sino que en su “Decálogo” dice textualmente: “Seguridad. De qué manera van a disminuir los índices de criminalidad”.
¿O los comprometen a llevar a cabo equis acciones contra la inseguridad o les preguntan cómo le van a hacer, simplemente”.
Pero, además, los industriales de Niño Cota dan a conocer este “Decálogo” una semana después de que ya tuvieron a su primer invitado, Salvador Rizo Castello, candidato del PRI a la alcaldía de Zapopan, y coincidentemente durante la visita que les hizo su colega Jesús Pablo Lemus Navarro, ex presidente de la Coparmex y candidato del Partido Movimiento Ciudadano a gobernar la ex Villa Maicera, a quien le pusieron en la mesa el documento para que saliera a las redes sociales a presumir que fue el primero en firmar dicho compromiso.
Anuncian que su próximo invitado será Enrique Alfaro Ramírez, candidato a la presidencia municipal de Guadalajara por su Partido Movimiento Ciudadano, con lo que evidencian que no hay orden alguno que guíe las invitaciones, pues ni las hacen por orden alfabético – el primer invitado de Zapopan debió ser Lemus Navarro-; ni por antiguedad del partido -el primer invitado debió ser Guillermo Martínez Mora, del PAN; o por municipio -aún no invitan ni a Martínez Mora ni a Enrique Velázquez, que también son de Zapopan-, pues el próximo candidato invitado es de Guadalajara.
Pero tampoco quiero creer que para los industriales de Niño Cota sólo existen los candidatos del PRI y del Partido Movimiento Ciudadano, y solamente los de Zapopan y Guadalajara, pues si cada semana tendrán un candidato invitado hasta antes del siete de junio, entonces no habrá tiempo para ser anfitriones de todos los de Guadalajara y Zapopan y, mucho menos, de Tlaquepaque, Tonalá y Tlajomulco.
Quiero creer que, mínimo, deberían tener como invitados a los candidatos del PAN, PRI, PRD y del Partido Movimiento Ciudadano, salvo que para ellos sea una pérdida de tiempo sentarse a dialogar a los abanderados de Acción Nacional y de la Revolución Democrática por creer que no tienen posibilidades de ganar la elección.
Creo que le faltó seriedad al “Decálogo” de los industriales de Niño Cota, comenzando por la forma en que lo promueven: un hashtag.
La verdad, cómo se añoran las viejas generaciones de los “cúpulos” empresariales de Jalisco, esos que realmente tenían el poder económico y eran escuchados por el poder político: A las nuevas generaciones de “cúpulos” de la IP ni los escuchan y mucho menos los toman en cuenta.
16 abril, 2015