Por Julio César Hernández
 
Imparable está el grupo de la tripleta Francisco Ramírez-Eduardo Rosales-Jorge Salinas, que siguen colocando a sus afines en cualquier espacio público que se abre o queda vacante. En particular, Rosales Castellanos se ha sumado dos victorias personales.
 
Primero, logró colocar a Guillermo Muñiz como consejero en el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información, pese a la resistencia de su presidente Augusto Valencia, quien ya resiente el estar en desventaja dos a uno.
 
Ahora el dirigente del PAN en Jalisco no sólo logró que el doctor David Gómez Álvarez se convirtiera -¡por fin!- en consejero del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, sino que se “metió hasta la cocina” y concretó que fuera electo presidente de este organismo electoral, no obstante que se apostaba que dicha responsabilidad recaería en el consejero Sergio Castañeda.
 
Cualquiera creía que Castañeda llegaría a la presidente con el apoyo de Ramírez Acuña, pero Rosales logró colocar a Gómez Álvarez, no obstante que aquel se la disputó al renunciante José Luis Castellanos.
 
Ahora sólo resta esperar qué espacio político-público pasa a mano de los paquistas-rosalistas-salinistas.