Como si no advirtieran que “el horno no está para bollos”, los priistas de Guadalajara están más preocupados por meterse “zancadillas” que en prepararse para enfrentar al verdadero adversario, que es el PAN.
La sed de venganza personal de sus militantes se antepone al interés general y, por supuesto, quienes ven con agrado lo que sucede son los panistas que entienden que su rival está dispuesto a facilitarle y allanarle el camino para mantenerse en el poder en la capital del Estado.
A raíz de que se descubrió que algunos priistas estaban inscritos en las filas del PAN, se ha desatado una “guerra” en contra del dirigente municipal, Eduardo Almaguer, quien en su momento colaboró para el perredista Samuel Romero Valle.
Quien encabeza esta arremetida en contra de Almaguer es quien de entre todos los “priistas-panistas” descubiertos, llegó a ocupar altos cargos en la estructura del PRI, principalmente en la Comisión Estatal de Procesos Internos y luego en el Consejo Político Municipal en Guadalajara, Oscar Cerrillo Cruz, quien ahora a través de varios correos electrónicos sacó del “archivo” el trabajo que Eduardo Almaguer, siendo priista, realizó para Romero Valle cuando éste contendió para la presidencia municipal de Guadalajara bajo el auspicio del PRD.
Esta guerra no tiene para cuándo acabar, pues se asegura que en una reunión del comité, Almaguer reconoció haber apoyado al PRD por indicación de un dirigente del PRI, aunque no se conoció el nombre de éste.
Asimismo, se le achaca que en la integración del Comité Municipal no se buscó el equilibrio de las fuerzas internas, aunque es sabido que quien gana –como dice el dicho aquel del que reparte- se queda con la mayor parte. Se quejan porque en el Consejo Político quedaron hijos, cuñados, esposas, papás y otros parientes de políticos cercanos a la dirigencia municipal pero no representantes de otras expresiones.
Pero, por el otro lado, en el Comité Municipal revelan que Francisco Arciga, uno de los priistas convertido en panista, pidió regresar al tricolor y reveló que fue Quintín Vázquez quien les recomendó adherirse al PAN, con la promesa de que les darían trabajo, amén de que quien los coordinaba era Cerrillo Cruz, ahí en el distrito 14.
Así, pues, no hay duda que mientras los priistas sigan alimentándose de venganza, difícilmente lograrán darle un susto a los panistas en Guadalajara.