Si bien la impugnación electoral que enfrentaban no era como para quitarles el sueño, seguramente Laura Imelda Pérez Segura y Gerardo Quirino Velázquez Chávez anoche durmieron tranquilamente, luego de que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ratificó sus triunfos como candidatos a las presidencias municipales de Tlaquepaque y Tlajomulco, respectivamente, que fueron impugnadas por la emecista Citlalli Amaya, en el primer caso, y por la morenista Lourdes Barrera, en el segundo.
Paradojas de la vida. Con la derrota de Citlalli Amaya termina la era del cacicazgo que impuso la ex alcaldesa y ex diputada federal, María Elena Limón García, “dueña” y “señora” del poder en Tlaquepaque. Y con el triunfo de Quirino Velázquez se consolida el poder -¿o cacicazgo?- de Movimiento Ciudadano en Tlajomulco, que mantiene desde que en 2009 Enrique Alfaro Ramírez ganó la presidencia municipal.
En Tlaquepaque, la propia Laura Imelda Pérez advierte que la administración saliente, casi en un afán de venganza y frustración por la derrota, dejarán al municipio en condiciones deplorables que pueden complicar el arranque del nuevo gobierno como debería de suceder en una transición institucional y respetuosa, además de su resistencia por integrar al equipo de la candidata ganadora a los trabajos de entrega-recepción. ¿A ese nivel es la frustración del grupo emecista que bajo la batuta de Limón García gobernó el municipio por caso una década?
En Tlajomulco, en cambio, todo será un simple traspaso de la “estafeta” que Quirino Velázquez recibirá de Salvador Zamora sin mayor problema. Será de mero trámite sin sobresaltos.
¿Y Guadalajara? fue la pregunta más recurrente que se hizo ayer cuando se conoció que sesionaría la Sala Superior del TEPJF y abordaría, entre otros, los casos de Tlaquepaque y Tlajomulco, cuya resolución ni Movimiento Ciudadano ni Morena y aliados creían que los magistrados modificarían la resolución de la Sala Regional Guadalajara de la semana pasada.
Hubo extrañeza porque el “Caso Guadalajara” por la presidencia municipal no se abordó ayer y las especulaciones surgieron: Que si “Chema” Martínez presentó o no el recurso; que si lo presentó, entonces que lo habría hecho a tiempo; que la Sala Superior está “apretando” lo más posible los tiempos para no dejar margen de protesta -pese a que su resolución es inapelable-, a quien no le resulte favorable; que se quiso “medir el agua a los camotes” sobre posibles reacciones por la tardanza; o simplemente que este caso seguirá el mismo destino de Tlaquepaque y Tlajomulco: ratificarán el resultado y confirmarán la constancia de mayoría para Verónica Delgadilllo.
Pero valga la aclaración de que el “Caso Guadalajara” no tiene los mismos elementos de impugnación que tuvieron los otros dos municipios resueltos ayer. El escenario es totalmente diferente, por lo que los magistrados de la Sala Superior podrían o no coincidir con sus homólogos de la Sala Regional y, por tanto, podría darse la nulidad de los comicios. Sin embargo, hay quienes advierten “negros nubarrones” en el horizonte guinda tapatío.
Así, pues, mientras Laura Imelda y Gerardo Quirino durmieron “quitados de la pena” -como decían las abuelas-, Verónica y José María seguro no lo hicieron y tendrán que enfrentar algunas horas y días de incertidumbre y nerviosismo.