El domingo se llevó a cabo un debate, organizado por la televisora local QuieroTV, entre las candidatas y el candidato a la presidencia municipal de Guadalajara, Verónica Delgadillo, Diana González y José María “Chema” Martínez, que en términos generales podemos decir que fue un buen encuentro en el que la combinación entre propuestas y críticas estuvo bien balanceado.

Los tres aspirantes llevaron suficiente “parque” para “dar y repartir” durante la poco más de una hora que duró el debate, principalmente Delgadillo y Martínez, quienes prácticamente se olvidaron de que había una tercera participante, la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por Jalisco, quien su momento estelar lo tuvo cuando, luego de que Verónica dijo que en Guadalajara sólo había dos opciones, Morena o Movimiento Ciudadano, arremetió contra la emecista: “Movimiento Ciudadano es el aprendiz del narcopartido de Morena; Movimiento Ciudadano es el tóxico de Guadalajara, nos tienen hasta la chingada…”.

Pero más allá de lo que se dijeron en el debate, que finalmente como todos queda sólo para la anécdota, lo interesante es cómo llegarán los candidatos, principalmente Verónica Delgadillo y “Chema” Martínez, al debate oficial que se celebrará el jueves por la tarde, organizado por el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC). Hasta le momento, el promedio de las encuestas registran un empate técnico, algunas colocando a la candidata arriba y otras al candidato, pero entre ambos con una diferencia no mayor a cuatro puntos para una o el otro.

Cuando Verónica Delgadillo fue ungida candidata de MC por “obra y gracia” del Gran Elector en el Estado -Movimiento Ciudadano nunca ejerció un proceso democrático para elegir a sus candidatos-, y cuando semanas después, enmedio de “estiras y aflojas”, “Chema” Martínez resultó el ganador de la “encuesta” de Morena y fue declarado el candidato oficial, nadie apostó que a lo largo de toda la campaña la candidata emecista iba a enfrentar un escenario en desventaja por el pésimo gobierno ejercido por quien dejó la presidencia municipal para convertirse en candidato a la gubernatura, Jesús Pablo Lemus Navarro.

Aunque le cuesta trabajo reconocerlo públicamente, Verónica Delgadillo está pagando los “platos rotos” del pésimo gobierno de Lemus Navarro en Guadalajara, a quien desde que asumió el cargo lo único que le importó fue construir su candidatura al gobierno estatal, así tuviera que enfrentarse al mismísimo Grupo Jalisco con el gobernador Enrique Alfaro a la cabeza. Y lo logró para satisfacer su egocentrismo y fortalecer su soberbia.

Pero hoy Verónica Delgadillo está pagando el costo de lo que ella no hizo. Si en algún municipio gobernado por Movimiento Ciudadano la población está inconforme, enojada, irritada y molesta por el pésimo gobierno que tuvieron y que nunca atendió su responsabilidad de otorgar los servicios públicos a los que está obligado, es en Guadalajara que encabezó Lemus Navarro. La zona Oriente, se quejan, estuvo olvidada y hoy está a favor de Morena.

Como en Zapopan, la corrupción fue el sello que caracterizó el gobierno de Lemus Navarro en Guadalajara. Y no sólo porque así lo dijo en el debate Diana González, sino porque la propia Verónica Delgadillo dio a conocer que en su gobierno habrá un verdadero combate a la corrupción, se creará una Contraloría Ciudadana donde podrán presentarse denuncias anónimas de corrupción y se creará un Sistema Municipal Anticorrupción.

Con esta propuesta de Delgadillo García, preguntamos: ¿Todo lo anterior es por las denuncias y señalamientos ciudadanos de corrupción en el actual gobierno municipal en Guadalajara o porque este problema estará presente en su administración y será el que busca combatir?

¿Creen que si los tapatíos estuvieran contentos con el trabajo de Jesús Pablo, hoy Verónica Delgadillo estuviera sufriendo y enfrentando un escenario tan complicado frente a “Chema” Martínez? Guadalajara es el fiel reflejo del hartazgo ciudadano con los gobiernos “naranjas”. Pero aún nada está perdido. El escenario puede cambiar, la balanza puede inclinarse a favor de la candidata emecista, pero también puede no hacerlo. Y una cosa u otra significan la victoria o la derrota.

A Verónica Delgadillo se le considera la “candidata de Alfaro”, pero ni eso le ayuda; o quizás hasta es un lastre que eso se crea. No sabemos.

Y, mientras tanto, “Chema” Martínez hace su trabajo, hace su “chamba”, soportado por una marca -Morena- que ha logrado posicionarse muy bien en el estado y que hoy tiene a Claudia Sheinbaum ganadora en Jalisco y a Claudia Delgadillo en una carrera parejera por la gubernatura con quien es el responsable de que los tapatíos estén hartos de su desgobierno.

Ya vimos que los debates no hacen ganador o ganadora a los candidatos, pero sí dañan o benefician de alguna manera su imagen. ¿Qué sucederá en el debate de pasado mañana jueves? Estamos a 48 horas de saberlo.

Al tiempo…