El miércoles pasado, en el marco del informe de César Barba, director del Sistema de Educación Media Superior (SEMS), luego de escuchar repetidamente un sonoro “¡No estás solo…! de los jóvenes preparatorianos presentes en el evento, el rector general de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí, les dijo frente al micrófono:
“Gracias por el grito de ‘no está solo’, gracias. Lo necesitaba hoy. Quiero que me acompañen. Así como me acompañaron a marchar, que me acompañen a dialogar, que me den su confianza…”.
Sin embargo, Villanueva Lomelí dejó “plantados” a los bachilleres a los que les pidió que lo acompañaran a dialogar, porque no los convocó -y al parecer, a nadie más-, al diálogo que -de acuerdo a lo publicado ayer por el periódico Mural, y que nadie ha desmentido- sostuvo el sábado por la mañana con el gobernador Enrique Alfaro Ramírez, en privado y “en lo oscurito”, en Casa Jalisco o vayan ustedes a saber dónde.
Incluso, el propio rector general habría incumplido con su demanda plasmada en aquella “Carta Abierta” del pasado día 10 -con la que respondió a la “Carta Abierta” de Alfaro-, en la que pide que el diálogo entre ambos sea “de cara a la sociedad”. Y esto no sucedió. Enrique Alfaro y Ricardo Villanueva se reunieron el sábado, dialogaron, y no fue “de cara a la sociedad” ni se pidió a los bachilleres que lo acompañaran.
Y es que recuérdese que el gobernador Alfaro dijo la semana pasada que buscaría sostener un encuentro con Villanueva antes de que ambos se reunieran con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, y ese encuentro previo habría sucedido el sábado por la mañana.
Creo que la comunidad universitaria, y sociedad en general, en aras de esa demanda de Villanueva Lomelí de que el diálogo entre la Universidad de Guadalajara y el gobierno del Estado debe ser “de cara a la sociedad”, tienen derecho de saber cuál fue el contenido del diálogo y el por qué no se informó oficialmente de dicho encuentro, que indudablemente tuvo un carácter oficial entre el representante del Ejecutivo y el Rector General de la Universidad de Guadalajara. No fue un encuentro fortuito ni de casualidad. Sin duda se agendó día, lugar y hora.
Y es que independientemente de que hoy sostendrán una nueva reunión, ahora con la presencia del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, el encuentro que tuvieron el sábado pasado sería el primero que se realiza después de las ceremonias luctuosas por la muerte del ex rector Raúl Padilla López. Sí, se entrevistaron el mismo domingo cuando se conoció del fallecimiento, pero fue un encuentro protocolario para notificar oficialmente de lo sucedido. No más.
El encuentro del sábado 22 ya tuvo otros motivos, pero su carácter -insisto- fue oficial entre dos autoridades que se encuentran en medio de una “tregua” en la “guerra” declarada por el Ejecutivo en contra de la casa de estudios desde el año pasado.
Por eso es importante que tanto Enrique Alfaro como Ricardo Villanueva expliquen:
- ¿Por qué se reunieron “en lo oscurito” el sábado pasado y por qué no se hizo de manera oficial, tanto el anuncio como el encuentro?
- ¿Qué se trató en esa reunión “privada” entre Villanueva y Alfaro?
- ¿Por qué era necesaria una reunión entre ellos, antes de la que sostendrán con López Hernández?
- ¿Cuál es el objetivo y la agenda de la reunión tripartita entre Enrique, Ricardo y Adán Augusto?
Dice el dicho popular que “no hagas cosas buenas que parezcan malas”, y este puede ser el caso. Y si como trascendió y no se desmintió, ya hubo una reunión entre el gobernador Alfaro y el rector Villanueva “en lo oscurito” o “clandestinamente”, entonces las cosas ya comenzaron mal y hoy todas las especulaciones pueden ser ciertas.
Y habrá que ver entonces a que “diálogo” quería Villanueva que los acompañaran los bachilleres, porque si ya lo sostuvo “a solas” con Alfaro, entonces ya no tiene razón alguna de que lo acompañen al “diálogo” con Adán Augusto.
Así de sencillo…