El pasado 13 de Abril la Secretaría de Seguridad Público tuvo que intervenir en el enfrentamiento que protagonizaba un grupo de Agaveros pertenecientes al llamado Barzón Agavero y transportistas que entregaban Agave a la empresa La Madrileña, ubicada en Tototlán, Jalisco.

Este puede ser el inicio de un año movido por este tipo de manifestaciones violentas relacionadas con la crisis de comercialización que vive en estos momentos el Agave Tequilero.

De la intervención de la policía en Tototlán resultó la detención de 18 manifestantes, a quienes se acusa de los daños ocasionado a más de 30 camiones transportistas.

Este enfrentamiento se enmarca en un problema cíclico que ha vivido la Cadena Productiva Agave-Tequila y que tendrá este año uno más de sus momentos de crisis. A mediados de los 70 y de nuevo a la mitad de los 90 ya se vivieron dos antecedentes, de los que poco parecen haber aprendido los Industriales, los Agaveros, las instituciones que regulan la producción Agave -Tequila y las Autoridades.

Estas crisis son producto de un problema estructural de falta de planeación en la Cadena Productiva Agave-Tequila que pasa de períodos de escasez de Agave para la producción tequilera, con el lógico incremento en el costo de la materia prima, a períodos de sobreproducción de la planta, con la caída lógica del precio que la vuelve incosteable para quien la cultivo.

Estos ciclos críticos tienen que ver con el proceso natural de crecimiento y maduración del Agave, de seis a siete años, y con un sector productivo en el que la integración y la planeación se dificultan por la ambición que lleva a cada una de las partes a pensar en su propio beneficio en lugar de generar una planeación que beneficie a todos los sectores involucrados.

A pesar de la antigüedad de la industria tequilera y de los altos beneficios que ésta viene logrando desde finales del siglo 20 con el llamado Boom del Tequila, la Cadena Agave-Tequila sigue estando desarticulada, ausente de una verdadera planeación y sin una instancia que haya logrado convertirse en el eje de la concertación de las partes que la integran.

Los industriales

La industria tequilera muestra características que dificultan la debida integración de la Cadena Agave-Tequila.

Una de ellas es la dominación de dos empresas, Cuervo y Sauza, que juntas logran aproximadamente el 40 por ciento de la producción y comercialización total de Tequila. El resto de la producción se reparte entre empresas medianas y pequeñas.

Esa disparidad hace que la manera en la que ven a la Cadena Productiva las dos empresas dominantes sea muy diferente a la forma en la que la visualiza el resto de la Industria.

El dominio que tienen en la producción y comercialización de Tequila Cuervo y Sauza se refleja además en la influencia determinante que ambas poseen en los principales Órganos de Representación y de Regulación de la Industrial, la Cámara Nacional de la Industria Tequilera (CNIT) y el Consejo Regulador del Tequila (CRT).

Esa diferencia de visión sobre la Industria y sobre las crisis de producción y comercialización del Agave han motivado a Industriales Medianos y Pequeños a crear, aún sin éxito, una nueva Cámara que represente los intereses de industrias que viven dinámicas y problemáticas muy diferentes a las de Cuervo y Sauza.

Los Agaveros

A diferencia de lo sucedido en la crisis de los 70, en la que el Sistema Político Priista fue capaz de contener a través de la CNC la inconformidad de los Agaveros que no encontraban mercado para su producto, en los 90 el primer gobierno panista de plano sacó las manos del problema, lo que derivó en el nacimiento de diversas organizaciones de Agaveros, algunas de ellas caracterizadas por sus métodos violentos de lucha, como el Barzón.

La oportunidad y la ambición hicieron que muchos de los Líderes Agaveros se convirtieran en auténticos intermediarios o coyotes, levantando fortunas en la coyuntura.

Desde entonces no ha sido posible conjugar un movimiento único de Agaveros, por lo que la crisis que estamos viviendo este año con la sobreproducción de Agave y el problema que encuentran sus productores para vender su producto y conseguir un precio rentable por el mismo, toma al sector dividido en diferentes organizaciones, cada una de ellas jalando la cobija para su lado.

Los Agaveros entrarán a esta etapa de la lucha con los antecedentes de lo logrado en el crisis de los 90. De esa etapa sobreviven varios de los Dirigentes, y algunos de ellos saben que hay mucho dinero detrás de la representación de los Agaveros.

Las Autoridades

Al Gobierno Federal y a los Gobiernos Estatales de la Zona que cubre la Denominación de Origen, y que por lo tanto está autorizada a cultivar Agave Tequilana Weber, poco o casi nada les ha interesado involucrarse en el problema recurrente de las crisis de escasez y sobreproducción del Agave.

Uno de los argumentos que esgrimen las autoridades del sector es que resulta demasiado difícil poner de acuerdo a los propios industriales y a los propios Agaveros a la hora de tomar decisiones. Y aún más difícil resulta hacer que dichos acuerdos se respeten.

Por eso ambos niveles de Gobierno limitan sus intervenciones a la instalación de Mesas de Negociación que casi nunca llegan a acuerdos duraderos, a la creación de Fondos muy limitados para subsidiar compras de Agave y a la utilización de las Policías cuando las manifestaciones se salen de control, como sucedió el pasado 13 de Abril en La Madrileña.

Parece ser que la tendencia entre las Autoridades es la de administrar la crisis y dejar que ésta se supere de manera natural

El Consejo Regulador del Tequila

No obstante de que dispone de la mejor información disponible sobre la Cadena Productiva Agave-Tequila, que tiene sentados a su mesa a Industriales, Agaveros y Autoridades, y que cuenta con la fuerza que le da ser la autoridad reconocida por el Estado Mexicano para regular la producción del Tequila, el Consejo Regulador del Tequila (CRT) no ha logrado la Autoridad Moral para convertirse en el eje de planeación y concertación que se necesita para evitar que se vuelvan a presentar las crisis de escasez y sobreproducción del Agave.

Tal vez esto se deba a la gran influencia que en las decisiones del CRT tienen las grandes empresas tequileras, lo que genera que las decisiones del Consejo tengan que ajustarse a las necesidades de las grandes compañías.

El CRT lanzó hace varios años la llamada CRTarjeta , que pretendía con una millonaria inversión generar la Base de Datos más confiable sobre la plantación
de Agave, misma que debería haber ayudado en esta coyuntura a planear con tiempo una solución anticipada a esta crisis.

Pero hasta el Secretario de Desarrollo Rural de Jalisco acusa al CRT de esconder o entretener la información de los inventarios de Agave existentes.

Todo esto porque al CRT, que es la titular a nombre del Estado Mexicano de la Denominación de Origen Tequila, se le fue el tiempo en Preocuparse por la crisis que se veía venir y muy poco hizo por Ocuparse para concertar soluciones a tiempo.

Lo que viene

La crisis de inicio de siglo del Agave agarra a cada uno de los Sectores y a cada una de las Autoridades concentrados en sus intereses particulares, sin buscar soluciones integrales. Por eso veremos pocas acciones conjuntas que traten de resolver el problema de fondo y a cada uno llevando agua únicamente a su molino.

Esto será campo propicio para el desarrollo de los intermediarios o coyotes, algunos disfrazados de Dirigentes Agaveros, Industriales o Funcionarios, que de nueva cuenta serán los beneficiarios de la crisis, junto con la industria.

Mientras estos pocos se benefician otra vez de una coyuntura como ésta, los Ciudadanos tendremos que soportar otra vez Cierre de Carreteras, Manifestaciones en lugares públicos, Acciones de Violencia y otras molestias por la simple y sencilla razón de que quienes tienen bajo su responsabilidad a la Cadena Productiva Agave-Tequila no hicieron su tarea a tiempo.

Además veremos de nueva cuenta poner en riesgo el prestigio internacional de la Denominación de Origen Tequila, que pertenece a todos los Mexicanos y no a los industriales, ni a los agaveros, ni al CRT, ni a las Autoridades.