En el gabinete de Enrique Alfaro Ramírez pocos fueron los que no se enteraron de la competencia política que el jefe de Gabinete, Hugo Luna Vázquez, mantenía nada menos que con el secretario general de Gobierno, Enrique Ibarra Pedroza. Los enterados comentaban -y aún comentan- “en corto” cómo el ahora diputado federal emecista no perdía la oportunidad de hacer notar que él era, después del gobernador, quien ostentaba el poder político.

Por supuesto, Ibarra Pedroza -cuentan-, nunca cayó en el juego de Luna Vázquez y se preocupó por cuidar tanto la investidura de Jefe Político como el no perder el respeto del gabinete, razón por la que tampoco nunca se “calentó” por ser aspirante a la gubernatura. Y logró su cometido desde el seis de diciembre del 2018 al cinco de diciembre de este año.

El tema viene a colasión porque más les valdría a quienes los relevaron en el cargo, Alberto Esquer Gutiérrez, y Salvador Zamora Zamora -en la jefatura del Gabinete y la secretaría general de Gobierno, respectivamente-, aprender “en cabeza ajena”, pues en los nacientes corrillos políticos del lemusismo ya advirtieron señales de esa competencia política que Luna emprendió contra Ibarra.

No hay que olvidar que tanto Esquer como Zamora fueron aspirantes a la candidatura de Movimiento Ciudadano al gobierno del Estado, en competencia con el hoy gobernador Jesús Pablo Lemus Navarro, quien al quedarse con la candidatura por decisión de Dante Delgado Rannauro y resignación de Alfaro Ramírez, designó al segundo su jefe de campaña y se “colgó” del primero como candidato al Senado de la República para que le llenara los eventos, lo llevara a conocer el Estado y lo presentara con los liderazgos sociales de los municipios fuera de la zona metropolitana donde nadie lo conocía.

Desde que Zamora Zamora se “bajó” primero de la carrera por la candidatura al gobierno estatal y luego se hizo a un lado en su aspiración por ser candidato a la alcaldía de Guadalajara para que llegara Verónica Delgadillo, se supo que su destino sería la secretaría general de Gobierno, previo paso por el Congreso del Estado como diputado plurinominal, cargo al que solicitó licencia para asumir su actual cargo. Pero mientras llegaba el momento de asumir la diputación, fue designado coordinador político para la transición.

Por su parte, al perder la elección al Senado, Esquer Gutiérrez fue “adoptado” por Jesús Pablo quien lo designó coordinador operativo de la transición, encargándole preparar lo correspondiente al presupuesto 2025 en coordinación con el gobierno saliente. Finalmente lo designó Jefe de Gabinete.

Pero apenas bien arrancó la nueva administración estatal -hace seis días-, y ya se habla de que se deja ver una competencia entre ambos personajes por razones jerárquicas, concretamente sobre si después del gobernador el hombre del poder es el Jefe de Gabinete o el secretario general de Gobierno. Incluso, esta lucha por el poder, que podría ir en ascenso conforme avance el sexenio, terminará desembocando en la competencia por la candidatura al gobierno estatal para el 2030, pues ambos creerán que tienen derecho a aspirar a ella, tras haberlo hecho infructuosamente en el 2024.

Sin embargo, en este último punto hay que recordarles a Zamora y a Esquer que no van solos, porque desde el primer día de su gobierno el presidente municipal de Tlajomulco, Gerardo Quirino Velázquez, emprendió la carrera por dicha candidatura -ya sea por MC o algún otro partido-, más aparte el que vaya a ser el candidato de Lemus Navarro, porque dudo que lo sea alguno de los tres primeros.

Pero, mientras tanto, Salvador Zamora y Alberto Esquer tendrán que serenarse, pues aún es muy pronto para que disputen algo desde un cargo que no saben si estarán en él para el 2027 o para el mismo 2030. Y, además, ambos deben tener en mente lo que sucedió entre Enrique Ibarra y Hugo Luna: el primero, con el reconocimiento de propios y extraños, mientras el segundo… en el olvido.

Y si no, al tiempo…