24 años después, ahí estaba nuevamente Servando Sepúlveda Enríquez, traje obscuro, camisa blanca, corbata clara brillosa, igual que el 2 de septiembre de 1991. En esa ocasión le tocó suplir al general Francisco Javier Velarde Quintero en la Jefatura del Departamento de Tránsito del Estado, por indicaciones del gobernador Guillermo Cosío Vidaurri. Este 27 de julio de 2015 la encomienda del gobernador Aristóteles Sandoval Díaz era suplir en el cargo de secretario de Movilidad a Mauricio Gudiño Coronado.
Sepúlveda Enríquez se notaba tenso al inicio del acto protocolario, quizá esperando algún cuestionamiento, no a su regreso, sino a su anterior forma de renunciar al cargo de director de la Policía Municipal de Guadalajara, nombramiento que le fue dado por Aristóteles Sandoval cuando era presidente municipal de Guadalajara.
Ese mes de marzo de 2012 fue muy complicado para el entonces director de la Policía Municipal de Guadalajara. Después de que el Ejército capturara al líder del Cartel Jalisco Nueva Generación, Erick Valencia, El 85, la cuidad de Guadalajara y su zona metropolitana vivió una jornada violenta, 16 narco bloqueos, de los cuales no quedó registro en las entonces 141 videocámaras que la Policía de Guadalajara controlaba, pues por una supuesta falla, estaban todas apagadas.
Los señalamientos fueron en contra de Servando Sepúlveda, por ser el director de la Policía Municipal de Guadalajara, incluso algunos personajes públicos aprovecharon el momento electoral que se vivía en el estado, para recordar que Sepúlveda Enríquez, fue abogado del general de División José de Jesús Gutiérrez Rebolledo, a quien se le apresó en 1997, por brindar protección al capo Amado Carrillo Fuentes. La relación entre Gutiérrez Rebollo y Sepúlveda Enríquez fue muy estrecha desde abril de 1992, que ocupo la dirección de la Policía Municipal de Guadalajara por invitación de Enrique Dau Flores.
Mientras las miradas de los asistentes a la toma de protesta del nuevo secretario de Movilidad, entre ellos, el boxeador apodado “El Canelo” y su acompañante, ponen atención a lo que Sandoval Díaz dice de Servando Sepúlveda Enríquez, se escuchan los claxon que desde las avenidas cercanas un bloqueo de taxistas generan. Ahí está la primera prueba para el nuevo secretario de movilidad.
Pero esta vez, no podrá ser como el operativo que realizó contra la prostitución infantil, y que solo logró la exposición en medios de comunicación de adultos que eran sacados sin órdenes de aprehensión, de cines, hoteles y domicilios, donde se prostituían mujeres y hombres ya entrados en años. Tampoco funcionara un operativo como el “Lince”, que realizó en contra de los vendedores de partes robadas de la central vieja; Servando Sepúlveda Enríquez requiere algo más efectivo, porqué el asunto de UBER tendrá repercusión mundial.
Una vez terminada la toma de protesta, y ya como secretario de Movilidad, Servando Sepúlveda, estrecha algunas manos, recibe algunos comentarios, se le ve sonriente, está de regreso, su voz de mando dejara de ser solo escuchada en su negocio de seguridad privada “Centurión”, y volverá a ser acatada por personal de tropa.
Acorde al estilo del gobierno estatal, se genera la cuenta de twitter @SSepulvedaE, por la prisa se sube como foto de perfil la de Víctor Wario, pues Google la ofrece como imagen de Servando Sepúlveda. La cuenta de la Secretaria de Movilidad re tuitea la cuneta @SSepulvedaE, después dirá que es falsa. Para las 3:00 am @SSepulvedaE ya tiene 1377 seguidores.
El salón empieza a ser desalojado, las protestas de los taxistas siguen afuera, ya paralizaron el centro y arterias importantes de la ciudad, Sepúlveda Enríquez tendrá que actuar; le informan que abajo Rafael Yerena Zambrano, dirigente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Jalisco, ya dialoga con los taxistas encabezados por José María Juan González León secretario eterno del Sitio 22.
Servando Sepúlveda Enríquez está entre amigos, ha regresado a Transito o Movilidad, qué más da… Que 24 años no es nada, el tinte en su pelo, evita que las nieves del tiempo plateen su sien.
(Imagen de archivo de El Informador)