Por: Hugo Luna

El gobierno del gobernador Emilio González Márquez ha desarrollado una campaña mediática mayúscula relacionado con el Fondo Jalisco de Fomento Empresarial (FOJAL), para reactivar a la pequeña y mediana empresa local como parte de las medidas anticíclicas, ante la crisis mundial.

Ante este hecho, decenas de solicitantes que acuden diariamente a las oficinas de la citada dependencia gubernamental a pedir apoyo (crédito) para mitigar la crisis ¿realmente todos cumplirán con su obligación de pagar? ¿todos reúnen los requisitos para accesar al crédito? ¿o el partido gobernante recomienda sujetos de crédito simpatizas con la causa blanquiazul? ¿ a cuánto ascenderá la cartera vencida del FOJAL en los próximos meses? Son interrogantes que se asoman al imaginario colectivo jalisciense.

Lamentablemente los anuncios de esta naturaleza promovidos por la autoridad estatal se han convertido en acciones de caridad pública y no en políticas públicas articuladas y eficientes. Otros son planes y proyectos que siguen sin aterrizar y si la economía ha logrado sortear hasta el momento las caras más duras de la crisis se debe mucho más a la solidez de las finanzas públicas y el funcionamiento de sectores como el bancario y agroindustrial que a los planes del ejecutivo estatal.

La iniciativa privada, timorata y ausente de su entorno. En un arranque de protagonismo podrá exigir oportunidad de participar en tales acciones, pero la realidad es que muchas de ellas entrarán en vigor cuando el país, siguiendo las tendencias mundiales, haya recuperado el crecimiento.