Por Julio César Hernández
 
A reserva de que es discutible la designación de delegados municipales por parte de la dirigencia estatal del PRI -no los contemplan los estatutos y mucho menos para la función que desempeñarán-, el primero en declinar dicha designación fue el ex alcalde de Zapopan, Juan José Bañuelos Guardado, cuyo nombre apareció hoy en algunos medios de comunicación como el delegado en Tonalá.
 
En su propósito de dar cabida a todos los grupos, corrientes, sectores y organizaciones en las tareas partidistas, el presidente del partido, Javier Guízar Macías, implementó esta figura del “delegado municipal” supuestamente para que operen en aquellos municipios donde la gestión de la dirigencia ya feneció, no existe secretario técnico del Consejo Político o donde no hay Consejo ni Comisión de Procesos Internos.
 
Sin embargo, la realidad no es así, pues hay municipios donde no obstante que la estructura partidista existe, se designaron delegados para hacer una tarea de elnace entre los priístas del municipio y la dirigencia estatal.
 
Pero a muchos de estos delegados se les designó sin tener el conocimiento de la realidad que vive cada municipio, ni qué grupos políticos tienen preponderancia, ni quién es quién. Es el caso, por ejemplo, de la diputada federal Yolanda Rodríguez, asignada a atender los asuntos partidistas en Zapopan, cuando ella prácticamente ha radicado desde hace muchos años en la ciudad de México.
 
Es más, una enorme mayoría de priístas, y no digamos sólo de Zapopan, sino del resto de la entidad, saben quién es la legisladora.
 
Y así como su designación, muchas más que ya comentaremos en entregas posteriores.