Gilberto Pérez Castillo

El PRI en Jalisco está empeñado en contar con su propio padrón de militantes, instrumento fundamental para la toma de decisiones importantes de ese partido, como la elección de dirigentes y candidatos.

Aunque la construcción de un padrón ha sido el sueño de muchos priistas y mucho se ha hablado de ello, lo cierto es que contar con un catalogo de militantes de un partido como el PRI no es una tarea fácil.

En primer lugar se requiere de una serie de normas que señalen las formas legales en las que este padrón será creado, las autoridades partidistas responsables de su creación y custodia, el método de empadronamiento, las formas y las instancias para dirimir cualquier diferendo que surja durante su creación y gestión, las reglas de transparencia y acceso a esta información, las sanciones a quienes hagan mal uso del mismo, el financiamiento que se requiere para su creación y actualización, en fin, una larga serie de asuntos que intervienen en la creación de este listado.

También se requieren normas que impidan la afiliación masiva por parte de grupos u organizaciones que pretendan controlar los procesos internos mediante la afiliación de personas que se afiliarían no por su simpatía al partido sino por consigna de dirigentes interesados.

Javier Guízar Macías, dirigente estatal del PRI, informó que aproximadamente en un mes se iniciarían los trabajos de este padrón.

Antes de iniciar, bien harían los responsables del PRI en el estado y los encargados de hacer este padrón en hacer públicas las reglas para la construcción del Padrón Priista y en abrir un periodo de debate acerca de las mismas.

De no iniciarse con los acuerdos mínimos la construcción de un padrón dentro del PRI, se corre el riesgo de que éste sea uno más de los fracasados intentos que ha habido de darle a ese partido un listado confiable de sus militantes, perdiéndose tiempo y dinero y generando un ambiente de desconfianza en sus filas.

Un padrón partidista no se puede construir sin reglas claras y debidamente comunicadas y tampoco puede ser un instrumento diseñado para beneficiar a un solo grupo.