Nada consigue más adeptos en una sociedad que enfrentarse con los villanos, sobre todo cuando se trata de villanos que a la vista de la mayoría de la sociedad, posee un amplio control político y económico. Y en Jalisco el villano favorito es Raúl Padilla López.
Por eso es que pelearse con el ex rector de la Universidad de Guadalajara, genere activos, sea rentable desde el punto de vista de la popularidad, pues no es raro que en todos los partidos y en los medios de comunicación, responsabilicemos de muchas buenas y malas decisiones a Raúl Padilla López, aunque haya elementos para ello o no.
De ahí que Enrique Alfaro Ramírez, candidato a gobernador derrotado del Partido Político Movimiento Ciudadano, se esmere tanto en hacer públicos sus pleitos y desencuentros con Raúl Padilla López, pero esconda o minimice los acuerdos y encuentros que tiene con él.
¿A qué ciudadano lo invitan a cenar con el líder del político de la UdeG y dos coordinadores parlamentarios?
La estrategia de Alfaro Ramírez es buena, sabe hacerse ver como opositor a Raúl Padilla, pero en momentos clave ha tenido reuniones para llegar a acuerdos, algunos de los cuáles, él mismo ha roto para hacerse publicidad.
Por ejemplo, hace más de 9 años cuando Enrique Ibarra salió del PRI porque ya no lo tomaban en cuenta para candidaturas, se llevó consigo a un grupo de priistas y consiguieron algunas buenas posiciones en el PRD gracias al acuerdo que lograron con Raúl Padilla López, de forma que Enrique Alfaro Ramírez fue diputado por ese partido. Curiosamente en ese tiempo otro pupilo de Enrique Ibarra, Salvador Caro, no dejó el PRI porque tenía seguras candidaturas, pero cuando éstas se acabaron, pronto pasó al partido político MC.
Alfaro Ramírez tuvo acuerdos inicialmente con Padilla López hace 4 años cuando se preparaba la candidatura para Tlajomulco, pero luego se pelearon por los espacios que tendrían en la planilla para cada grupo, pero luego de varios enfrentamientos, lograron ponerse de acuerdo. Pero al iniciar la administración municipal, Alfaro rompió los acuerdos acusando que el líder de la UdeG trataba de obtener más de lo que habían acordado.
Previo al proceso electoral de 2012 y luego de un periodo muy largo de negociaciones, volvieron a tener acuerdos a pesar de los enfrentamientos públicos, y se aliaron varios partidos de izquierda, con el visto bueno de Enrique Alfaro y de Raúl Padilla López, pero cuando éste acuerdo estaba firmado y registrado ante la autoridad electoral, Alfaro volvió a romper los acuerdos, otra vez acusando al dirigente del grupo de la Universidad de Guadalajara.
Pero ese mismo año sostuvo encuentros en los que hablaron de las decisiones del Congreso local sobre el bloque opositor que se formó para impedir que el PRI pudiera tomar decisiones en el Legislativo avalado por el PRD.
Sin embargo, Alfaro Ramírez hace menos estos encuentros y acuerdos, para dejarlos como si fueran simples encuentros causales e informales.
No cabe duda, pelearse con Raúl Padilla López es uno de los principales activos de Enrique Alfaro Ramírez, pero su principal estrategia ha sido esconder o minimizar todos los acuerdos a los que ha llegado en términos políticos con el líder del grupo UdeG.
21 enero, 2013