Pablo Arredondo Ramírez, rector del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades,  sale a la defensa de su postulación a la rectoría general de la Universidad de Guadalajara:
“Yo no estoy en este proceso porque tenga que legitimar a nadie. Yo estoy convencido de que tengo las credenciales, las características, las posibilidades de llegar a ocupar la rectoría general de la universidad de Guadalajara.
“A mi me avala mi trayectoria y siempre he tomado con seriedad los retos. Yo no estoy aquí para jugar a la simulación. Yo estoy aquí porque tengo la aspiración muy seria de llegar a la rectoría general y estoy trabajando para ello”.
– Afuera se dice que nadie se registra sin autorización del ex rector Raúl Padilla López y que esta elección ya está decidida…
– Es muy difícil caminar contra el imaginario popular y es muy difícil convencer a quien no se quiere convencer. Yo te hablo de mi experiencia: La universidad tiene liderazgos muy sólidos, muys fuertes, que pesan mucho en muchos lugares, pero también es una universidad muy abierta, muy plural, muy diversa.
“Hay manifestaciones muy de todo tipo, expresiones de toda naturaleza, gente que se inclina por un partido o por otro y nadie tira línea por qué partido hay que ir.
“Yo no subestimaría el papel que juegan los 183 universitarios. ¿183 universitarios son manipulables tan fácilmente? Yo no lo creo, no es tan sencillo pensar en la manipulación de tantas voluntades”.
– ¿No lo desanima que se diga que Tonatiuh Bravo Padilla es el elegido?
– No, no, ja-ja-ja-ja, a mí no me desanima porque no creo en eso, para empezar. El próximo rector de la Universidad de Guadalajara va a ser Pablo Arredondo Ramírez, que es muy distinto, y va a estar decidido por la mayoría de los consejeros, esto que quede clarísimo. Si yo pensara que esto ya está decidido no andaría aquí, tengo muchas cosas qué hacer jajajajajaja…
– ¿Les frustran estas voces que dicen que ya está todo decidido?
– Sí, sí es frustrante para mí, pero no determinante, porque yo estoy haciendo un trabajo serio, hablo con los consejeros, trato de convencerlos, y veo que es un proceso muy sano, y nadie puede decir que entró de relleno porque no es así; entramos porque tenemos credenciales, experiencia en la gestión universitaria,conocimiento de la vida académica, de los problemas que tiene la universidad, tenemos trayectoria…
“Pero, ¿cómo convences al mundo de algo que le cuesta creer? Bueno, pues no es sencillo, el movimiento se demuestra andando. Pero a nosotros nadie nos tira línea”.
– En el marco de este proceso electoral, ¿qué experiencia les deja la crisis que vivió la universidad hace cuatro años? ¿Hay posibilidades de que se repita?
– Lo que nos sucedió fue algo muy triste que la universidad no se merecía, un conflicto de esa naturaleza. Pero todas las universidades estamos expuestas a procesos muy extraños.
“Nosotros pasamos por una crisis que se gestó no dentro de la universidad. Hay serias sospechas de que había muchos intereses externos a la universidad que apostaron a que la universidad se desestabilizara, porque a veces da la impresión de que hay gente que espera que en la universidad sucedan cosas feas.
“La universidad, la comunidad universitaria, aprendimos mucho de ese conflicto. Creo que lo que ha pasado posteriormente es un proceso de tranquilidad, de diálogo, de trabajo, no de represión. Nos concentramos en el trabajo y eso es lo que nos tranquilizó. ¡Pero la universidad es mucho más grande que su `grilla’!
– ¿Usted va a llegar a la contienda final o va a declinar a favor de algún otro candidato?
– ¡Claro que sí! ¡Nooo…! ¿Por qué voy a declinar si mi candidatura está creciendo? ¡Yo llegaré a la final-final!