Por Hugo Luna
En tiempos electorales se genera el entorno ideal para proponer medidas contraproducentes para el desarrollo económico y social. Es el caso de los candidatos a un cargo de elección popular al prometer un seguro de desempleo a la gente.
Se debe estudiar las causas estructurales del desempleo para aplicar medidas efectivas que lo reduzcan. Las economías de primer mundo que han optado por generar beneficios para crear, mantener, y mejorar los empleos, y no caer en el error de echarle recursos presupuestales a este tipo de seguros que acaban acelerando el desempleo.
La composición estructural, en nuestro País se caracteriza de la siguiente forma: crecimiento poblacional; la ausencia de una sociedad emprendedora y con los instrumentos adecuados para iniciar y crecer empresas; la falta de competitividad y competencia; la mala calidad de nuestro sistema educativo; la falta de una política fiscal promotora, y otra no menos importante es el sistema político.
Poner presupuesto a seguros de desempleo es tirar el dinero al caño.
Lo más sensato es apoyar a las personas con programas de actualización, desarrollo de habilidades en otras áreas con mayor oferta de empleo, apoyar mucho más los programas de emprendimiento de proyectos viables, y de crecimiento de empresas “gacelas” (aquellas que en los últimos cuatro años incrementaron su ventas continuamente), hay sectores que aun con la crisis siguen expandiéndose.
Es mejor invertir en proyectos de infraestructura, en construir más hospitales, dar valor agregado a todos los recursos naturales que tenemos (de manera sustentable), que implementar el seguro de desempleo.
Más vale que los partidos políticos que se aferran al poder se asesoren antes de lanzar propuestas irresponsables y absurdas, no vaya a ser que por ganar la elección del próximo 5 de julio sus propuestas hundan a Jalisco y sus regiones así como al país.