Julio César Hernández
 
Un lector, Jesús Páez Cárdenas, nos hizo llegar su opinión sobre lo que sucede al interior del PRI. Refiere:
 
“Los militantes priistas estamos indignados por la falta de palabra de nuestros dirigentes que con miras a su ambición y egoismo nos avasallas a nosotros los militantes priistas, porque en días pasados el presidente del PRI Guadalajara quiere ser regidor en la planilla de Guadalajara. Queremos que recuerde lo que dijo cuando tomó protesta, para lo que le pedimos que lea lo que mande, que es su renuncia a un cargo de elección popular firmado por él, y la renuncia al PRI su se perdía Guadalajara. No a la imposición, sí al respeto de nosotros, la base priista”.
 
La verdad es que ya ningún militante debe indignarse de la actuación de sus dirigentes, pues ya deberían de estar acostumbrado a que estos dicen una cosa y hacen otra. Mienten sin ningún rubor mientras ambicionan alcanzar un cargo, como es el caso de Eduardo Almaguer, y ya cuando lo logran demuestran su verdadero rostro.
 
Efectivamente, Almaguer Ramírez se comprometió a dedicarse de tiempo completo a su responsabilidad como presidente del PRI en Guadalajara y puso por delante su renuncia si no cumplía su palabra.
 
Bueno, pues no le importó engañar a sus correligionarios, traicionar a quienes votaron por él, mentir a la sociedad, si de vivir del erario público se trata. Hoy está incluido en la planilla de candidatos a regidores en Guadalajara en la posición número cuatro, con lon que asegura su llegada al Ayuntamiento, aun y cuando pierdan la elección el cinco de julio.
 
Insisto: si algo le falta a muchos de nuestros políticos es vergüenza y honestidad.