Por Hugo Luna
Las limitaciones internas que padece nuestro país con relación a la apertura del sector agropecuario tienen que ver con la comercialización deficiente, principalmente de maíz y en la falta de esquemas financieros, aseguró Francisco Mayorga Castañeda en su exposición sobre el capitulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en el III Encuentro de Intermediarios Financieros Rurales, celebrado en Puerto Vallarta.
Un reto a superar es el marco agrario ambiguo que afecta la seguridad jurídica y la descoordinación entre dependencia gubernamentales en materia agroalimentaria, investigación hacia el sector rural. En su gran mayoría los conflictos o problemas que aquejan al campo tienen relación con la comercialización de leche, maíz, trigo, agave por citarlos, y esto conduce a vacíos en los programas de producción y comercio oficiales.
Esta situación, obliga a la urgencia de un sistema financiero integral para el campo, mismo que articule instrumentos económicos para el mercado interno (compradores y vendedores). Mayorga Castañeda ilustró con el caso de las cosechas de maíz blanco, en la que por presiones de préstamos contraídos por los agricultores venden inmediatamente, de lo contrario con lo que pudiera ser el precio a obtener si se vendiera sin presión.
Al abordar el tema del maíz, enfatizó que aún no hay mecanismo adecuados para programar la producción de granos blancos con las importaciones de cereal amarillo, misma que reflejan la desvinculación entre productores e industriales que consumen el grano amarillo en grandes cantidades.