Por Julio César Hernández
Valió más un gesto de menos de 60 segundos que los 35
minutos que duró la lectura de su primer informe de
gobierno para que Juan Sánchez Aldana "arrancara" un
largo y estruendoso aplauso de la concurrencia.
Y de pie, al ritmo de algunos gritos a todo pulmón:
– ¡Bravo! ¡bravo! ¡bravo!".
Y fue así como el Presidente Municipal de Zapopan
"desarmó" a sus adversarios políticos del PRI.
Sorprendidos, los regidores priístas encontraron a su
espalda la mano extendida del Alcalde, demostrando
aquello de que "lo cortés, no quita lo valiente".
Y es que Sánchez Aldana recibió el primer embate del
regidor Jesús Casillas Romero, cuando tras leerse el
orden del día, desde su lugar el priísta alzaba la voz
para exigir se permitiera a los regidores de oposición
presentar su posicionamiento en este primer año de
gobierno panista.
– Señor regidor, en la sesión anterior quedó acordado
ya el formato-, le explicó el Alcalde.
Casillas Romero intentó infructuosamente hablar, y
sólo le quedó hacer un gesto al reportero, de cerrar
la boca, y espetó:
"Ni modo. Mordaza…"
Y lo que no pudieron hacer los regidores del PRI, de
interpelar a Sánchez Aldana, sí lo hizo el estruendo
de los cohetes festivos que lanzaban desde la
Basílicia de Zapopan, que lo obligó a suspender por
unos momentos la lectura del informe.
Un informe donde se habló poco, pero de todo. De cómo
les dejó Arturo Zamora la administración: "Recibimos
un Ayuntamiento vulnerado por autorizaciones que nunca
debieron darse". Y de las manifestaciones públicas que
han sido el pan nuestro de cada día en esta
administración: "Hemos dado atención a un gran número
de manifestaciones, expresión legítima de los
ciudadanos…".
O del polémico "Hospitalito", del que dijo que está
muy arraigado en la vida de los zapopanos, pero cuyo
inmueble se encuentra en condiciones que lo hacen un
riesgo para los pacientes, por lo que o se le dan
"soluciones paliativas" o se construye un nuevo
hospital.
A lo largo de los 35 minutos que duró la lectura del
documento, se dieron chispazos que pusieron "la
pimienta" a estas ceremonias solemnes que se niegan a
desaparecer.
De entrada, sobresalió la vestimenta campirana del
regidor César Gabriel Alfaro, quien dejó el traje y la
corbata en el clóset.
El representante del gobernador, Martín Hernández
Balderas, secretario de Desarrollo Humano, no tuvo
empacho en ponerse de pie cuando ya había comenzado la
lectura del informe, para ir "al fondo a la derecha".
El alcalde Sánchez Aldana consieró a los diputados
como "miembros de este Ayuntamiento".
Y la regidora del PRI, Teresa López, se convirtió en
el "prietito" en el arroz tricolor, al aceptar formar
parte de la comitiva que recibió a los representantes
de los tres Poderes del Estado, y fue la única que
saludó y felicitó al alcalde al término de su informe.
Pero a sus compañeros de partido no les quedó otra
salida que hacer lo mismo, cuando vieron que Juan
Sánchez Aldana les extendió la mano. Y así, ganarse el
aplauso más largo y estruendoso de la tarde.
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