¿Hasta qué grado el discurso triunfalista de nuestros gobernantes sobre la batalla en contra del coronavirus provoca que la población relaje las medidas de prevención y particularmente rompa con el aislamiento social y voluntario, creyendo entonces que no hay nada qué temer y que basta con utilizar un simple cubrebocas para no contagiarse, amén de creer que todo esta bajo control?
Sin duda que este tipo de discursos mucho tiene que ver con que contagios y muertes de y por el Covid-19 se incrementen en un breve lapso de tiempo, como sucedió la semana pasada en Jalisco cuando en un sólo día se registraron cuatro fallecimientos, lo que dio pie a que el gobernador Enrique Alfaro Ramírez buscará desviar la atención a este hecho con el texto en el que “pendejeó” a los “que siguen sin entender” y se niegan a quedarse en su casa, razón por la que habría aumentado la cantidad de contagios.
Ahora fue el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien lleno de optimismo, y antes de que se diera a conocer el corte del día sobre el panorama nacional de contagiados y muertos, aseguró ayer que en México se ha domado al coronavirus. A través de un breve video, textualmente dijo:
“Vamos bien, porque se ha podido domar la epidemia y en vez de que se disparara, como ha sucedido desgraciadamente en otras partes, aquí el crecimiento ha sido horizontal y esto nos ha permitido prepararnos muy bien para tener todo lo que se requiere de equipos médicos, los especialistas”.
¿Deveras está domada la epidemia en México?
Ayer en la rueda de prensa diaria encabezada por el subsecretario Hugo López-Gatell se dio a conocer que hasta el corte de ese día -quizás para estos momentos el número se incrementó-, se registraban 14 mil 677 contagios -835 nuevos respecto al día anterior-; 1 mil 351 muertos; y 4 mil 972 activos.
Al mismo tiempo se reveló que son 13 estados en donde la no movilidad es de menos del 50%, lo que significa una alta probabilidad de contagios por la cantidad de personas que andan en circulación, haciendo un llamdo muy especial a los estados de Zacatecas e Hidalgo donde la movilidad es del 84% y 71%, respectivamente.
Y cuando en la Ciudad de México una gran cantidad de hospitales designados para atender exclusivamente a enfermos de coronavirus -denominados hospitales Covid-, están saturados y no tienen ya capacidad para atenderlos, y en otras entidades van por el mismo camino.
¿En serio está domada la epidemia cuando apenas acabamos de entrar a la Fase 3, cuando López-Gatell nos advierte que a partir de la semana próxima comenzará el crecimiento de la curva de múltiples contagios y que puede extenderse hasta por tres semanas e insistiendo en su llamado a quedarnos en casa?
¿Por qué nuestros gobernantes quieren presentarse como los salvadores del país o del estado con discursos triunfalistas que generan entre la población una reacción contraria a la que debería de manifestar, que es procurar la mayor seguridad posible para evitar contagios y muertes?
Y en ambos casos, recurriendo siempre a la comparación con otros países o entidades como si fuese tan simple decir que estamos mejor que equis o zeta, cuando lo que le importa a los mexicanos y jaliscienses es lo que sucede en nuestro territorio y el cómo las autoridades toman las medidas más pertinentes para combatir el virus, con la parte que le corresponde a la sociedad, por supuesto.
Pero ante una realidad todavía muy incierta en el país sobre el Covid-19, no puede seguir el discurso triunfalista de los gobernantes o, bien, que luego no se quejen o quieran llorar porque la población no les hace caso y evade las medidas de seguridad para evitar contagiarse.
Así de sencillo.