Por: Hugo Luna

Los mercados no concedieron ni un ápice a Barack Obama, fueron inmunes a la euforia desatada en Washington, por la llegada del primer afro estadounidense a la Presidencia de Estados Unidos, sino que registraron ayer la peor caída del año. El índice Dow Jones bajó 4% arrastrando a todos los mercados y, desde luego, a la raquítica Bolsa Mexicana, que perdió 5.79%.

La razón principal de la caída de los mercados es el pesimismo sobre la mala situación de los bancos y del sector financiero y todas las acciones bancarias registraron pérdidas, lideradas por Bank of América y Citigroup, ante los temores de que se requieran mayores medidas de rescate, retrasando aún más el resurgimiento del crédito y la reactivación de la economía.

Era obvio que no se haría ningún anuncio concreto en materia económica o financiera, para algunos analistas el discurso de toma de posesión de Obama se caracterizó más por un mensaje político de unidad, eso sí cargado de altas dosis de emotividad. Sólo delineó algunas de las medidas que ya habían sido anunciadas para enfrentar la recesión como es el mayor gasto en infraestructura, ciencia y nuevas tecnologías .

Son así muchas las interrogantes sobre el programa económico de Obama que dependen primero de la ratificación de todos los miembros de su gabinete por parte del Congreso de Estados Unidos; del programa de apoyo al sistema financiero y, desde luego, de la aprobación de su paquete de rescate, que anunció será superior a los 825 mil millones de dólares.

Otras interrogantes serán las medidas que adopte Obama en materia de regulación financiera, porque ayer ratificó que no se debe culpar de la crisis sólo a la avaricia de algunos grupos, sino también a una deficiente regulación .

Y desde luego en el caso de México la preocupación central radica en la reapertura del TLCAN, que fue una de las promesas de campaña y un tema al que no se refirió ayer.