Julio César Hernández
“¡Yo no creo que el Presidente tenga candidatos…!”, suelta Francisco Ramírez Acuña cuando se le menciona que en los corrillos políticos se asegura que su contenidente, el senador Gustavo Madero, es el “candidato” de Felipe Calderón para suceder a César Nava.
Y cuando se le recuerda que el Consejo Nacional del PAN está controlado por una mayoría “calderonista” a la que le bastaría una “señal” desde Los Pinos para indicarles el sentido de su voto, el ex secretario de Gobernación exclama:
“!La mayoría es panista! Los 381 consejeros somos panistas. ¡Aquí no hay establos ni fierros que marquen a nadie! Los 381 somos consejeros -reitera- somos panistas, y estos son los que vamos a votar”.
Al referirse nuevamente al presidente Calderón, subrayó que “es un panista más, un consejero más, que va a cumplir con su responsabilidad de ir a votar…”.
Le recordamos cuando pretendió ser coordinador de la fracción de su partido en San Lázaro y perdió ante quien fue considerada la candidata de Calderón: Josefina Vázquez Mota. Y le preguntamos si no ganar la dirigencia estatal sería para él una nueva derrota.
De inmediato respondió con su peculiar estilo:
“¡Yo normalmente no regreso las hojas de un libro para volverlas a leer ! A las hojas se les da vuelta y ya se quedan por allá… Hoy estamos viendo la tarea de ganar la presidencia de Acción Nacional y eso es lo que estamos trabajando.
– La suma de experiencias negativas, como puede ser una nueva derrota…-, se le inquiere.
Sin dejar concluir el planteamiento, responde:
– ¡No hay derrota! ¡Fui presidente de la Cámara! ¿Cuál derrota?
– Pero, ¿y si no llega a ser presidente del partido?-, se le insistió.
– ¡Soy presidente de la Cámara…! ¡Soy diputado, soy panista de toda mi vida…! ¡No hay derrota… no hay derrota!-, respondió de manera insistente, y sin querer ahondar en una posible derrota.