Por Julio César Hernández
El domingo por la mañana, los aspirantes a la dirigencia del PRI en Guadalajara eran más de los cuatro que se registraron finalmente. Sin embargo, uno de ellos, considerado como el favorito, decidió declinar: Leobardo Alcalá Padilla.
El regidor tapatío decidió sumarse a la candidatura del presidente del Icadep,
Sacar un candidato de unidad se buscó todavía el domingo hasta por la tarde, convocados los aspirantes por el senador Ramiro Hernández García. Pero el intento fracasó.
Eduardo Almaguer Ramírez se empeñó en no claudicar, se negó a sumarse a cualquier otro candidato y se registró, primero, con Verónica Flores como compañera de fórmula, pero después cambió de pareja, anuló a Flores y registró a Rocío Corona Nakamura.
Corona Nakamura, a su vez, no quiso ser candidata a la secretaría general con Héctor Pizano, pese a los intentos del senador Hernández García por convencerla.
En esta carrera por relevar a
Según las cuentas, la fórmula que obtenga la victoria lo hará con el 30 ó 40 por ciento del Consejo Político Municipal, en tanto que el 70 ó 60 por ciento restante se repartiría entre las otras tres parejas de contendientes.
El reto de los priistas tapatíos es que aprendan a contender sin terminar divididos. ¿Lo lograrán?