Por Hugo Luna

Es muy obvio, que nuestros dirigentes obreros, representan el más escandaloso ejemplo de un sindicalismo que ha dado la espalda a los trabajadores y que ha enriquecido a sus líderes y respectivas familias.

Este país, con más o menos problemas, ha venido modernizándose en sus formas de operación. Existe mayor transparencia y eficiencia en las operaciones de los gobiernos federal y estatal; el entorno democrático, a pesar de todo, ha venido mejorando y las empresas trabajan de una mejor manera… Sin embargo, ahí están una y otra vez los sindicatos obstaculizando el desarrollo.

Prácticamente hacia donde se voltee los sindicatos se han convertido en un pesadísimo lastre para sus trabajadores. Vasta observar las operaciones burdas de las centrales obreras como la CROC, FROC, CROM y no podían faltar las representaciones sindicales en los gobiernos municipales (que son una oda a la eficiencia).

Si bien es cierto que hay verdaderos industriales que han realizado un gran trabajo para detener las pérdidas en sus respectivos negocios, los sindicatos siguen siendo un pesado lastre, pues, a pesar de las promesas o acuerdos previos en la revisión contractual, lo cierto es que ni avanzan ni tampoco dejan de ser una fuente de ineficiencia y corrupción.

Las agrupaciones de sindicatos, lejos de promover mejores condiciones de vida para sus representados, son fuentes de presión y violencia política. Son usadas como herramientas de poder personal y hace mucho que dieron la espalda a sus agremiados.

Uno de los más graves problemas que enfrentan los ayuntamientos de la zona metropolitana son los sindicato, los cuales no sólo ha acumulado poder político sino que se han vuelto una suerte de intocables. Mientras que los funcionarios municipales (no son unas hermanas de la caridad), pueden ser acusados de trastocar el contrato colectivo, estos dirigentes charros y los suyos siguen amasando un gran poder político y económico.

La iniciativa privada ha levantado la voz (tímidamente) lamentablemente sólo en casos aislados, para advertir sobre el peligro en que se han convertido la mayoría de los sindicatos; sin embargo, se requiere de una acción coordinada que busque un cambio de raíz.

Las centrales obreras, salvo muy pocas excepciones, van en contra de los intereses de los trabajadores y se han convertido en enemigos de las empresas. Ha llegado el momento de cambiar, de dar un golpe de timón en la operación de los sindicatos.

Difícilmente las condiciones podrían ser mejores. Por un lado, la desaceleración económica pone a las empresas ante la necesidad de ser más productivas y cambiar sus formas de trabajo en las cuales los trabajadores deben ser una parte fundamental del cambio. Sin rencores ni visiones maniqueas.

Valor agregado es…

Las condiciones meteorológicas asociadas con la onda y la depresión tropical 10 y 5E han generado en el grupo Promomedios Radio, particularmente en radio 880 (Triple AAA) estrenos y cambios en su programación para los próximos días, es todo un reto para los responsables de la emisora hacer cambios, nuevos programas, imagen corporativa y nuevos radioescuchas.

¿Qué tiene esto de bueno? Bastante. Primero, que esta estación desea recuperar un segmento importante de auditorio que olvidaron hace muchos ayeres. Segundo, con este proceso de renovación conceptual tiene el firme interés de asumir la hegemonía absoluta en la vertiente de la radio hablada. Tercero, que a través de la producción de nuevos programas y contenidos desea mostrarles a los jóvenes las bondades de unos de los medios de comunicación más eficientes: la radio.

Cuarto, que Radio 880 (Triple AAA), quiere ofrecerle a su público no sólo algo para escuchar, le dará emisiones para reflexionar, opinar, comentar, hacer deporte, conocer y entender su medio ambiente. Habremos de estar pendientes.