Por Hugo Luna

 

Esa es la actitud que asumió el sector empresarial contra el Congreso del estado, motivada por la propuesta de reformar al CESJAL. Que necedad de los empresarios de confrontarse con los diputados, el aniversario de la Cámara de Comercio fue el marco para escuchar los tambores de guerra.

 

La economía local no esta para perder el tiempo en desencuentros verbales entre industriales y legisladores. La reunión sobre competitividad celebrada ayer en la sede del Poder legislativo, sin empresarios habla de la irresponsabilidad de éstos, de su espíritu chantajista y una pusilánime visión del desarrollo económico de Jalisco, además de sus grotescas formas de hacer política.

 

Es tiempo de que se pongan a trabajar realmente en materia de competitividad, no somos Miss Universo. La debilidad de nuestras instituciones nos muestra como un estado débil, la incapacidad de incorporar nuevas tecnologías a todas las actividades económicas, en educación superior y capacitación laboral somos de primera división “A” profesional, En el rubro de la sofisticación de las pymes somos menos de lo que la publicidad oficial dice.

 

La inversión en infraestructura, los equilibrios macroeconómicos regionales y la inversión en educación básica y salud, también son tareas que nuestro “glorioso y heroico” sector privado local debe de trabajar de la mano con el estado. Como ven, no estamos para competir en Miss Universo en competitividad regional, quizá podamos aspirar al titulo de Miss Fotogenia.

 

El papel zalamero de las cúpulas empresariales con el gobernador, Emilio González Márquez; demuestran entreguismo y denigra a unos cuantos verdaderos empresarios que hacen del compromiso y la responsabilidad social su estilo de vida.

 

Querer embaucar con el discurso de la “unidad” al empresariado jalisciense y de paso ponerse a las órdenes del gobierno, reflejan desconocimiento de la situación que guarda la administración estatal.

 

Sólo me resta decirles a los representantes gremiales: Andrés, Mauro, Javier y Pablo. El que se ríe se lleva, y el que se lleva se aguanta, o de lo contrario como alguna vez el filosofo mexicano Mario Rosales dijo: “Entonces que se pongan a vender estambres en su casa y nadie les falta el respeto”