Por Julio César Hernández
 
Resulta que los diputados sí pueden todavía actuar como “dueños” de la Auditoría Superior del Estado designar a los directores de las diversas áreas, pues la nueva Ley de Fiscalización -de acuerdo a un artículo transitorio-, entrará en vigor hasta el uno de enero de 2009, salvo el apartado que tiene que ver con la designación del nuevo Auditor, a quien ya se le vence su gestión, de ahí que en base a esta nueva ley se hubiese lanzado la convocatoria respectiva.
 
O sea que no hubo ilegalidad alguna en el hecho de que los diputados -con la anuencia del coordinador de la fracción del PRI, Juan Carlos Castellanos, y seguramente del dirigente Javier Guízar- hayan designado a Gabriel Gutiérrez Orozco (y no Rodríguez como se apuntó) como sucesor de Javier Gamboa Béjar, en la dirección técnica de la Auditoría Superior.
 
Claro, los diputados fueron cuidadosos de respetar ese espacio como “propiedad” de la dirigencia del Revolucionario Institucional.