Durante cuatro años, el Gobierno de Jalisco gastó 4 millones 246mil pesos en un aditivo aplicado a los cinco mil vehículos oficiales, sin contar con parámetros para medir su efectividad; dicho gasto se sostiene en la administración 2013-2018 a pesar de la pretendida austeridad.
De manera histórica, los mexicanos se han dejado sorprender por pociones y artefactos mágicos, compran espejitos, agua de Tlacote, visitaran el Hada del Guayabo y maravillas por estilo, cuyo resultado real jamás se ha comprobado y por el contrario, se ha demostrado que son un fraude.
El gobierno federal compró artefactos presuntos detectores de bombas y drogas a un costo de 40 mil dólares por unidad; el defraudador James McCormick se encuentra preso en Gran Bretaña por fraudear a los gobiernos de Irak, Níger, Siria, Líbano y México con los GT-200 que resultaron ser aparatitos buscadores de pelotas de golf, con costo real de 20 dólares (información de Reporte Índigo).
En Jalisco la Secretaría de Administración, Planeación y Finanzas, admitió haber comprado más de 471 mil unidades del Biofriendly, sin que mediara licitación pública alguna, sin contar con el estudio completo de costo beneficio, y sólo replica un documento publicitario que indica que “el catalizador permite una reducción de emisión de contaminantes de entre 50-30%” pero sin contar con cifras reales o sistema para comprobarlo (expediente UT-SA-174/2013 y UT-SA-151/2013 firmado por el Director Jurídico y titular de la Unidad de Transparencia de Sepladmin Mtro. Gerardo Carrillo Torres).
En el sexenio anterior, la Secretaría de Medio Ambiente solicitó la compra por adjudicación directa del Biofriendly, un aditivo que se coloca por cada 20 litros de gasolina a los 5 mil vehículos del gobierno estatal, desde luego como sucede con todo producto mágico, la receta es secreta y el distribuidor es único: Hored, Energía y Combustible Ecológicos S. de R.L. de C. V empresa que carece de sitio web.
El documento que solicita la adjudicación directa SEMADES-0613/2010, tiene fecha de junio de ese 2010 pero la compra inició el 18 de marzo del 2009. La compra se autorizó y continúa hoy en día sin determinar indicadores de evaluación de efectividad.
El impacto en la emisión de contaminantes no es claro, lo que sí es evidente es la mala calidad del aire que a diario se respira en la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Este tipo de compras de los gobiernos federal y estatal, denotan al menos un alto grado de ligereza en la adquisición, en un planteamiento positivo y sin especular posibles complicidades o corrupción.
Twitter @DannielaGeomar