Por Julio César Hernández
 
Dentro de unas horas posarán para los medios el gobernador Emilio González Márquez y el ex secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, en una comida que sostendrán en Casa Jalisco y que, por supuesto, tiene todo el propósito de que se registre la buena relación y la amistad que existe entre ambos panistas.
 
Será algo así como aquel encuentro de Emilio y Fernando Guzmán con Eduardo Rosales y Jorge Salinas, allá en La Vaca Argentina.
 
Pero se asegura que no será éste el primer encuentro que sostengan González Märquez y Ramírez Acuña, sino que ya hubo  otras reuniones previas -éstas sí privadas-, en casa del ex presidente del Consejo Agropecuario, Francisco Conejo Cejudo. De lo que ahí se trató sólo ellos saben.
 
Entre estas versiones, corre otra que habla que ni por equivocación los emilistas le darán al ex Mandatario trato de hombre fuerte en Jalisco y, mucho menos, como cabeza de la corriente opositora. La idea, dicen, será ubicarlo como un ex Gobernador más, aunque obviamente con la diferencia de que es correligionario.
 
Así, pues, si es cierto -lo cual es más obvio-, que Paco y Emilio ya se reunieron en privado, entonces no hay que esperar noticias espectaculares de la comida de hoy. A ver si visitar Casa Jalisco no le genera nostalgia al ex hombre de Bucareli.