Más de un dolor de cabeza provocará a no pocos exfuncionarios el resultado que arrojó la auditoría aplicada al Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) por la empresa Grant Thornton sobre el crédito solicitado al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por mil 200 millones de pesos.
Según el director del SIAPA, José Luis Hernández Amaya, dicha auditoría reveló que del monto crediticio del BID por mil 200 millones de pesos, únicamente se utilizaron en obras de infraestructura dentro del programa “Todos con Agua”, 600 millones de pesos.
¿Y qué pasó con el restante? De los otros 600 millones, 520 se utilizaron para gasto corriente y 80 millones para licitaciones que no cumplieron con las reglas de operación del propio BID, según reveló el diario Mural en su edición del pasado viernes 20.
EL SIAPA ya presentó varias denuncias penales por las irregularidades en el uso de dicho crédito, a decir del propio Hernández Amaya.
Hasta el momento no se han deslindado responsabilidades de quienes en su momento eran las autoridades dentro del gobierno del SIAPA, como es el entonces alcalde y presidente del Consejo de Administración, Alfonso Petersen Farah, hoy precandidato a la gubernatura, y el entonces director general Rodolfo Ocampo Velázquez, quien  tuvo que hacer a un lado cualquier aspiración a un cargo de elección popular.
Sin duda que este tema, al igual que los cargos millonarios correspondientes a su cuenta pública del 2009 y el ya muy famoso problema de las banquetas de la avenida Vallarta, son expedientes abiertos que aun tiene el también ex Secretario de Salud y que deberá de atender en su momento ante los señalamientos que al respecto harán sus adversarios.
Y en estos asuntos muy poco le ayudará la declinación que a su favor hizo ayer el ex aspirante Alonso Ulloa Vélez.