Por Julio César Hernández

 

Mientras el dirigente del PRI en Guadalajara, Eduardo Almaguer, amenazó con expulsar del partido a los militantes que se afiliaron al PAN sin renunciar al tricolor, algunos priistas y ex priistas le han recordado que en 1998 él ayudó en su campaña al perredista Samuel Romero Valle, por lo que presentarán una denuncia en su contra y pedirán su expulsión del tricolor.

 

Sin embargo, hay quienes han salido en defensa de su dirigente y apuntan que en el caso de Almaguer hay algunas profundas diferencias con el caso de los “panistas-priistas”, pues mientras éstos sí se afiliaron como adherentes al Partido Acción Nacional sin renunciar a su militancia tricolor, el dirigente del PRI tapatío sólo colaboró con un amigo integrante del PRD.

 

Además, recuerdan que los estatutos del PRI son claros en sancionar a aquellos que colaboren, trabajen o hagan alianza con partidos ideológicamente contrarios, lo que es el caso del PAN y no del PRD, de quien se identifican como “primos-hermanos”.

 

Habría que apuntare, además, que tanto el PRI como el PRD están trabajando para ir en alianza en las elecciones del 2009 en algunas entidades del país, entre ellas Jalisco precisamente, de ahí que la acusación en contra de Eduardo Almaguer podría diluirse por razones de “parentesco” entre ambos partidos.