Alfonso Javier Márquez
Mientras el gobernador responsabiliza a “los actores políticos del PRI” de generarle un mal ambiente en Jalisco y una mala relación con los reporteros que cubren la fuente de Palacio de Gobierno, desde su propio partido le llueven golpes, rumores y severas críticas por la actuación durante la crisis sanitaria que vive Jalisco.
“Alfredo Argüelles reconoce la molestia e indignación de algunos sectores por la forma en que se manejo el tema por parte de algunas autoridades estatales, está muy preocupado por los efectos de ésta crisis y desde su trinchera, buscará sin descansar, los mecanismos necesarios para amortiguar los daños” rezaba textual un boletín que enviaba el candidato del PAN al distrito 12 de Guadalajara la noche del viernes 8 de mayo.
En los días que van desde que se dieron a conocer las cifras oficiales del problema de la influenza humana no he escuchado de labios de un priísta una crítica mas allá de la que hace la sociedad misma contra el gobernador Emilio González Márquez; escribí hace días que no tardarían en capitalizar políticamente el tema los candidatos y partidos políticos de oposición, pero mi cálculo estuvo mal hecho: me faltaron las críticas que vendrían desde el propio partido del gobernador y que son realmente las que han permeado en la sociedad.
El jueves la rueda de prensa que dio el gobernador fue mas que la presentación de un informe un enfrentamiento abierto contra los reporteros. Cuando el mandatario comenzaba a dar a conocer las cífras, leyendo un documento oficial, los reporteros vociferaban en voz alta que eran mentiras; Emilio conoció lo que es la animadversión verdadera con los reporteros ese día en el que le faltaron al respeto. Ese día se quedó a debatir con ellos una hora y media después de que se había iniciado la conferencia y no logró convencerlos. En palabras de él, les repitió mas de diez veces la explicación de por qué se habían manejado así las cifras sobre infectados por la influenza, pero “no quisieron entender”. La conclusión del mandatario es que “candidatos, diputados y senadores del PRI están influyendo en los reporteros para que asuman esa posición”.
Si bien estoy seguro de que una vez que logren poner orden en sus campañas los del PRI es probable que encuentren en el tema un buen motivo para golpear al PAN y a su gobernador, por el momento, no me parece que nadie, ni Aristóteles, ni Vielma, ni ningún otro haya utilizado tan jugoso botin noticioso para allegarse simpatías. Por el contrario, los del tricolor siguen hechos bolas entre el cambio de su dirigencia, la ausencia del dinero que les tienen que dar y la integración de sus equipos de campaña.