Alfonso Javier Márquez
Es complicado darle la vuelta a la página así nomás. Eso es lo que quisiera el equipo cercano al gobernador que con solo desearlo, los ciudadanos se olvidaran de la mentada de madre que les impuso el mandatario a quienes no están de acuerdo con él y sus desafortunadas acciones de gobierno.
Está clara la estrategia del equipo cercano al gobernador encabezado por Herbert Taylor Arthur que finalmente retomó el control de la situación después del desliz del mandatario que lo llevó a la peor crisis de lo que va de la administración.
El gobernador desbocado en sus acciones, previo al incidente de la cena del Banquete del Hambre, se había alejado de sus consejeros y asesores de costumbre y solo escuchaba a uno o dos, de los que lo han llevado a tal situación. Emilio actuaba sin que nadie supiera que nueva puntada se sacaría de la manga. Incluso el día de la mentada, hay quien asegura que al terminar la comida en Tequila, Jalisco donde departió con empresarios y autoridades locales, alguien le sugirió que no fuera al Banquete que mejor “la siguiera” en Casa Jalisco y que enviara un representante, pero el mandatario se negó e insistió en ir. Cuentan también las versiones que ni su gente de comunicación social sabía del cheque que el gobernador traía en la bolsa por 15 millones de pesos y que lo entregaría públicamente después de ofender a quienes opinan diferente que él.
El caso es que ya metido en la crisis y con las crudas -moral y física- el gobernador se refugió de nuevo en su grupo de hombres cercanos.
Herbert Taylor Arthur, el Director de Innovación y Desarrollo tomó de nueva cuenta el control de la situación y puso orden. DE entrada y para enfriar las cosas pidieron una semana de ausencia pública en eventos y giras, objetivo que no se pudo cumplir totalmente pues había en el trayecto una visita del presidente de la República a la que tuvo que asistir aunque con la petición a su equipo de comunicación social de que no hubiera entrevista. Luego, vino otra semana –la que está transcurriendo- en la que protagonizó puros actos “positivos” entrega de obras, arranque de programas y proyectos, inauguraciones, etcétera. Pero sin dar entrevistas.
Emilio González atendió de nuevo a Herbert Taylor, un hombre que conoce de política y que parece estar mucho mas ubicado sobre la realidad tanto del estado como de la administración; Herbert había sido relegado por el propio gobernador que en ocasiones parece mas escuchar a sus asistentes que a las altas esferas del poder en el gobierno que él encabeza. Incluso hay ocasiones que el secretario general de gobierno que debiera ser el segundo de a bordo, parece un funcionario de otro orden gubernamental.
No obstante que se retomó la cordura, el reto no es fácil, la sociedad está ofendida no solo por las palabras del gobernador, sino por las acciones como los donativos tanto a la iglesia católica como a empresas televisoras y empresarios que parecen necesitar menos el dinero que el 30 por ciento de la población que entra en la clasificación de “pobre” en Jalisco.
De entrada la conferencia de prensa en la que enviaron al secretario general de gobierno a dar la cara ante los reporteros de la fuente para informarles que habrá vuelta a la página no tuvo el éxito que pensaron. Por el contrario, la mayoría de los medios de comunicación hicieron mofa de la intención: las columnas políticas lo tomaron como una vacilada y los grupos opositores parecen más entusiasmados en impulsar la campaña contra el mandatario. Decir que ya no habrá más errores y que ahora puras notas positivas e informes de avances no ayudó pues no es del interés de los ciudadanos lo que se pueda hacer hacia delante cuando en el presente de la mentada de madre  permanece en el ambiente como una ofensa grave contra los jaliscienses. Una mentada de madre ha sido causa de asesinatos hasta en incidentes viales. Para los mexicanos es esta una ofensa grave y no se olvida solo con pedir perdón. O si no, miéntesela al primero que vea en la calle e inmediatamente ofrézcale disculpas ¿verdad que no está fácil?